EL ENTORNO ESCOLAR COMO FACTOR DETERMINANTE EN LA EDUCACIÓN DEL NIÑO

EL ENTORNO ESCOLAR COMO FACTOR DETERMINANTE EN LA EDUCACIÓN DEL NIÑO

De la lectura anterior, los siguientes puntos fueron los que me parecieron más interesantes:

*Haciendo del individuo objeto de nueva consideración, la escuela ha de coordinar, en las disposiciones de cada sujeto, las muy diversas influencias de los distintos ambientes sociales en que se introduce (familia, calle, lugar de trabajo, asociación política, religiosa, recreativa, etc.); el antagonismo resultante es objeto de equilibrio por parte de la escuela.

*Cualquiera de las características del medio ambiente escolar, está condicionando la disposición y actuación de los agentes educativos en su aspecto material, personal y formal que son componentes del entorno.

*Sin que se cumpla la asistencia a la indispensable alimentación, vivienda y vestuario, apenas es posible alcanzar el cumplimiento de las metas educativas.

*Cuando se alude a los derechos del niño, al desarrollo de la personalidad, de las aptitudes y capacidad física y mental, respecto de derechos humanos y libertades fundamentales; respeto a los padres y a la propia identidad cultural, idioma y valores, se están proclamando las metas de la formación.

*El niño pasa de una situación personal de inmadurez a otra estructurada, condición sin la cual se hace imposible que reúna los valores formativos en que, en última instancia, se traducen las metas formativas que se indican en la Convención.

*No se trata de impulsar, exclusivamente la madurez intelectual, sino el conjunto de funciones que hacen posible la integración de afectos y sentimientos, emotividad y sociabilidad.

*La conducción y asistencia del alumno no puede ni debe ser permanente, hay que conjugar dirección y autonomía, control y libertad; debe ser el educando quien finalmente decida, mediante el recto uso de sus conocimientos y hábitos que el entorno escolar le proporcione.

*Respeto y tolerancia deben conjugarse; el primero es el cemento de la dignidad personal y el orden necesario para la convivencia, la tolerancia es la fuente de la libertad del espíritu; ambos deben encontrarse implícitos en el ambiente escolar.

*El entorno de la escuela ha de obedecer a cuatro principios: el del estudio del medio ambiente, el principio del trabajo, el de la comunidad y finalmente, el principio del despertar del mundo íntimo.

*Otra cuestión para la que la escuela ha de ser entorno apropiado es el trabajo. Al principio el niño necesita jugar con las cosas, compenetrarse con ellas, más tarde quiere fabricarlas es decir, pasar del mundo de la fantasía a la técnica.

*Es necesario que el entorno escolar facilite el contacto y la acción con y sobre las ideas primitivas, prácticas y fructíferas del género humano.

*En la comunidad subyacen hábitos definitivos para el futuro del niño, como son: la capacidad de relación, la ayuda, cooperación y solidaridad, metodológicamente se traducen en enseñanza socializada, trabajo en equipo y el fomento de la responsabilidad individual.

*El maestro tiene que estar vigilante ante posibles distorsiones del «sistema» ya es fácil desviarse hacia un mal entendido compañerismo.

*El profesor no puede actuar despóticamente ni tampoco como un compañero más, pues los niños han de percibir la diferencia entre conducir y ser conducido.

*El hecho de poder sentir el valor, la significación vital de lo que nos sucede, el silencioso recrearse en los valores superiores es lo que permite el despertar del mundo interior. Si esto no se logra, por más que hayamos interesado y preparado a los niños para lo económico, lo social y lo político, faltará lo más importante, lo esencial, que es lo espiritual.

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