“EL ETERNO LUTO”

“EL ETERNO LUTO”

        Todo empezó hace 28 años un 6 de septiembre de 1987 con simples lloviznas en la localidad del limón del estado Aragua, cada vez fue incrementando su fuerza e  intensidad, como jamás había llovido en esas zonas montañosas del limón. Llovió durante por más de seis horas, en Serranías entre Ocumare y Maracay, se  desbordo dos de los ríos más importantes de esta zona urbana del estado Aragua, el rio el limón y el rio madre vieja. Protagonistas de este impactante caso de la vida real, se encontraban bañándose  en uno de estos ríos, en ese momento llegan policías advirtiéndoles que debían salir de allí inmediatamente puesto que el rio estaba crecido, las personas despavoridas comienzan a salir corriendo entre el medio del caos  también escuchan un fuerte sonido, se dan cuenta que se les venía más de 180 milímetros de agua, de echo  una señora que se llamaba Elba Aldaba que fue una de las afectadas, buscando a uno de sus hijos desesperada , tras el lodo, las fuertes lluvias no lo encontraba, el pequeño de tan solo 9 años se hallaba en la orilla del rio, ya que este jugaba, no tuvo oportunidad de salir rápido, la fuerte corriente lo jalaba hacia piedras grandes que el rio se traía por el desbordamiento. Gracias a que el pequeño pudo exclamar un grito la señora lo escucha y sale a buscarlo con la ayuda de varios vecinos que se encontraban allí, trataron de ayudarlo pero la fuerte corriente del rio pudo más quedando el niño completamente bajo las aguas, junto a él se le sumaron más de 200 personas, destruyendo hogares, calles, y aludes de tierra.

 Tras haber arrasado los sectores,  La Candelaria, El Progreso, Mata Seca, Los Rauseos, Arias Blanco, Valle Verde, Las Mayas, entre otros, el torrente de barro y agua dejó un saldo aproximado de 200 personas muertas, cientos de desaparecidos, 300 heridos y miles de damnificados dejando así  pérdidas multimillonarias en infraestructura,  Los daños resultaron indelebles para la historia. El río llegó a causar estragos no sólo en el Municipio Mario Briceño Iragorry, sino en Maracay y Ocumare de la Costa.  Fueron muchos  días de llanto, dolor, incertidumbre y miedo. Troncos y rocas gigantes bajaron por la montaña del Parque Nacional Henri Pittier y arrastraron todo a su paso. La zona recreacional de Guamita, donde se encontraba una de las casas del general  Juan Vicente Gómez. Cabe destacar el gran apoyo y la favorable atención que les dio el Gobierno de la época, a cargo del presidente Jaime Lusinchi, pues aunque en medio de la tragedia algunos funcionarios demostraron no estar preparados para este tipo de eventos, una vez que estaban en los refugios se les brindó todo lo que necesitaban, como sus tres comidas diarias, agua potable, ropa tanto nueva como usada y cuidados para los lesionados. Para entonces en el año 1988 fueron entregadas casas, equipadas  con cocina, nevera, juego de muebles, camas y todos los demás artículos que requerían para iniciar una nueva vida. Sin embargo, esto no borró la terrible experiencia que dejó una cantidad incontable de fallecidos y personas desaparecidas.

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