EL HABLA EN LA VIDA EMPRESARIAL: HECHOS Y PERJUICIOS (Omar Aktouf)

EL HABLA EN LA VIDA EMPRESARIAL: HECHOS Y PERJUICIOS (Omar Aktouf)

INTRODUCCION

El autor indica en la introducción que el objetivo del escrito es esclarecer la teoría y la práctica sobre los problemas y la importancia del habla y su función en el ámbito laboral. A partir de sus experiencias personales en un par de fábricas pudo percibir que el habla, el discurso, el uso o no uso de la palabra, son un factor clave en los acontecimientos, situaciones y comportamiento de las personas en el trabajo.

Mencionando a Levi-Strauss el autor incita a reconocer que un lenguaje en sí mismo es todo el conjunto de la dimensión simbólica de la vida social del ser humano y al mismo tiempo el lenguaje es expresión-signo de una simbología.

Así pues en su experiencia personal en estas fábricas, identificó dos universos muy distintos con presencia dos sistemas de lenguaje respectivamente. Sin interpenetración, representan el uno para el otro un corte, pero también la cuasi-necesidad en el ámbito industrial, son los dirigentes y los dirigidos. Por parte de los dirigidos denota “relegamiento” y “traición y engaño” respecto a la jerarquía”, mientras que el lenguaje de los dirigentes está lleno de ritos y condiciones de forma “oficial” cuya función es establecer el orden jerárquico.

SISTEMAS LINGUISTICOS COLLEXISTENTES

El habla de la jerarquía

Respecto al habla de la jerarquía, en ambas fábricas, se observó el uso de un “dialecto propio” por parte de todos. Un esfuerzo por hablar un lenguaje “correcto”, el de los jefes que deben hablar como “hombres cultos”. Incluso a los obreros que obtenían un ascenso se les observo la apropiación de esta nueva forma de lenguaje.

El lenguaje de los dirigentes supone una ruptura con el empleado, dirigentes y dirigidos ya no se hablan. Reproducen una lengua de poder, “administrativa”, de manipulación, que los empleados se resignan a soportarla.

El habla de los obreros

Es directa, libre de adornos y no busca efectos ni convenciones de estilo, a excepción de los que se preparan para escalar la rampa jerárquica. El autor ilustra a través de un glosario de términos en ambas fábricas lo que parece ilustrar las creencias y los puntos de vista de los empleados, hacia ellos mismos y hacia la jerarquía.

¿Ausencia de diálogo?

Identificados los dos sistemas de representación que hay en la fábrica, dos visiones y dos mundos simbólicos diferentes se afirma que no existe diálogo en las empresas. Se ven formas de rechazo al diálogo y la negación del mismo. Lo que se percibe es la resonancia de lo que la jerarquía le inculco al empleado, mas no el punto de vista propio de los interlocutores.

EL HABLA Y SUS FUNCIONES DENTRO DE LA FÁBRICA

Se identifican las siguientes posiciones de los actores:

1. El empleado que no habla con nadie porque quiere ascender y quiere ser bien visto.

2. Quien quiera que sea el supervisor, no habla (es un caradura). Pero desde el punto de vista del obrero, el “buen” supervisor es el que habla.

3. El rechazo en doble sentido: no se le habla a los obreros y no se les da la oportunidad de hablar.

4. Los obreros no especializados tiene un uso particular de la palabra, prefieren estos cargos porque pueden expresarse, pero a su vez la mayoría de sus discursos son destructivos y auto-destructivos.

5. No existe un “buen” puesto ni “mejor” puesto,

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