EL RETO DE EDUCAR A LOS MEXICANOS DEL SIGLO XXI

RESUMEN:

En nuestro país es urgente replantear nuestra política educativa con la finalidad de formar individuos con los conocimientos, habilidades y destrezas que les permita enfrentar una realidad actual en donde la competitividad es el común a nivel mundial y el aprendizaje permanente es una exigencia para mantenerse vigente en un mundo de constantes interacciones donde no es posible mantenerse al margen de la dinámica de una sociedad globalizada.

Formar alumnos competitivos es el gran reto de la educación en México y como propuesta concreta está la de hacerlo mediante el fortalecimiento de habilidades básicas de aprendizaje como son la comprensión lectora, las habilidades matemáticas y el acercamiento a la ciencia, que deben cimentarse en la educación básica, estructurando un modelo educativo que parta de principios como un enfoque pedagógico que centre su interés en el alumno, un enfoque axiológico basado en el respeto a la dignidad humana, un enfoque teleológico basado en el desarrollo integral de los alumnos, formando individuos competitivos,etc.

RASGOS QUE DEBE CONSIDERAR EL PERFIL DE EGRESO DE LA EDUCACION BASICA

DIAGNOSTICO:

Actualmente los reflectores están puestos en señalar el grave problema por el que atraviesa nuestro país en materia educativa; es muy frecuente escuchar o leer sobre los pésimos resultados que se obtienen, producto de las evaluaciones tanto a nivel nacional como internacional a las que se somete nuestro sistema educativo y que han dado lugar a realizar comentarios, muy a la ligera, sobre las causas de tal deterioro.

México enfrenta un grave problema educativo, y prueba de ello son los resultados de las evaluaciones más recientes a nivel internacional que nos ubican dentro de los países con mayor rezago entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, o los resultados nacionales de la prueba ENLACE, que por cierto ya no se va a aplicar, que muestran un gravísimo problema ubicando a más dela mitad de los alumnos de Educación Básica Primaria en niveles de insuficiente o elemental en Español, Matemáticas; mientras que en Educación Secundaria los resultados son aún más alarmantes, encontrándose en los niveles de insuficiente o elemental más de un 80 % de los alumnos. Como podemos apreciar con estos resultados nos encontramos en una grave desventaja ante nuestros competidores, en un mundo competitivo, en donde no podemos aislarnos y ser ajenos a la globalización y las interacciones. Con este nivel de desarrollo de habilidades, destrezas y conocimientos de nuestros alumnos no es posible competir.

La educación es un instrumento indispensable de desarrollo social que permite corregir deficiencias e ineficiencias de un modelo de desarrollo económico, es decir, ser un espacio de resistencia social que posibilita la movilidad y el acortar la brecha de la desigualdad. Sin duda alguna sigue siendo uno de los motores que orientan el desarrollo de un país, además de fortalecer la identidad nacional al ser el elemento idóneo a través del cual las generaciones adultas transmiten su bagaje cultural a las generaciones jóvenes y éstas encuentran en ella un espacio para acrecentar día con día la riqueza cultural de una nación. Hay que dejar de ver a la educación como un gasto y entender el presupuesto que se le destina como una inversión productiva ya que a través de ella se potencializa el trabajo, formando los recursos humanos requeridos para la operación y funcionamiento de un sistema económico social, sin entender esto como un aval de mano de obra barata, sino como la formación de recursos humanos capacitados con calidad que tengan la oportunidad de competir en las mejores condiciones.

Construir un modelo educativo que resuelva las necesidades actuales de nuestra sociedad, no es fácil y requiere de la participación y el compromiso de todos los actores del quehacer educativo: instancias de gobierno, expertos en materia educativa, maestros, padres de familia, alumnos, sociedad en general. Es necesario emprender un verdadero esfuerzo para generar un proyecto educativo que permita aprovechar ese valioso tesoro con que cuenta nuestro país, que es su población de niños y jóvenes, con los cuales tenemos una deuda pendiente al no estar dando la mejor respuesta a sus necesidades de formación y que en el futuro van a ser los pilares del desarrollo de nuestro país. La tarea no puede esperar, es necesario aprovechar todos y cada uno de los espacios de participación social democrática donde se analizan y construyen propuestas para conformar un proyecto educativo sin más interés que el de avanzar hacia el mejoramiento de la calidad de la educación.

DESARROLLO:

En nuestro país es urgente replantear nuestra política educativa con la finalidad de formar individuos con los conocimientos, habilidades y destrezas que les permita enfrentar una realidad actual en donde la competitividad es el común a nivel mundial y el aprendizaje permanente es una exigencia para mantenerse vigente en un mundo de constantes interacciones donde no es posible mantenerse al margen de la dinámica de una sociedad globalizada.

Replantear el currículum es prioridad para dar un nuevo rumbo a la educación en nuestro país. El currículum, para su puesta en práctica requiere de contenidos que suponen habilidades, destrezas, experiencias, conocimientos, actitudes y valores que deben ser acordes al tipo de ciudadano que queremos formar; capaz de hacerle frente a las exigencias de una sociedad dinámica, globalizada y en constante transformación, en donde nuestros niños y jóvenes afloren sus talentos y competencias, dotados de una autonomía suficiente para razonar y decidir con la mayor libertad posible y la capacidad de diseñar su propio proyecto de vida.

Hoy más que nunca México requiere de formar ciudadanos capaces de enfrentar los grandes retos que le impone una sociedad del siglo XXI en donde los individuos competitivos son indispensables para el desarrollo de una nación, y es allí a donde se deben apuntalar los esfuerzos para reconstruir ese tejido social con ciudadanos bien preparados y con amplio sentido de responsabilidad y pertenencia social para lograr una sociedad más justa y con una mejor calidad de vida.

Para lograr esa transformación social a partir de la formación de mejores individuos es necesario tener como base a la educación. Es evidente que los cambios sociales no los origina de forma directa la educación, pero si es ella la responsable de dotar a la sociedad de personas capacitadas para que promuevan el progreso y prepararlas para adaptarse a la vertiginosa renovación científica y tecnológica tan necesaria en una sociedad

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