EL VALOR DE LA INNOVACION

COLOMBIA: MATERIA PRIMA Y BRUTA EN EL CAMPO DE LA INNOVACION

El Recurso Humano y su capacidad para pensar, mejorar e innovar le permiten fortalecer su espíritu, su economía, su sociedad y crear una cultura de avanzada.

A través de la historia del hombre hemos evidenciado una serie de cambios de procesos totalmente rudimentarios y manuales transformados en crear herramientas y maquinas que nos han ayudado a mejorar la productividad, a optimizar nuestra economía, a mejorar nuestros medios de transporte y de movilización obteniendo resultados tangibles en el desarrollo y la evolución de las diferentes culturas. Nada de esto se hubiese obtenido sin la calidad de un sinnúmero de personas que han creado ciencia, que se han lanzado al vacío y que han sido soñadoras a pesar de las vicisitudes, de los contratiempos, de la falta de recursos, de la falta de apoyo y en muchas ocasiones la incredulidad y la ignorancia de quienes en un momento dado los han juzgado, tachado de locos y se han burlado de ellos.

Debemos crear una sinergia de fuerzas y de compromisos ineludibles con nuestra sociedad, con nuestros jóvenes y con las futuras generaciones que demandan por parte de nosotros unas metas claras, unos objetivos retadores con la ciencia, debemos fortalecer y crear nuestra propia tecnología, cambiar el chip de todas y cada una de las personas para que sean agentes activos y productivos en el tema de la innovación.

En nuestro país debemos crear una cultura educativa que nos permita “despertar” de ese letargo en que nos ha abrazado Morfeo desde la colonización de Cristóbal Colon y que se ha venido transmitiendo como una plaga a través de la historia abarcando hasta nuestra sociedad actual. Tenemos la obligación moral de crear y fortalecer en nuestros niños y jóvenes de nuestra sociedad una cultura de la innovación la cual debe servir para formar unos cimientos fuertes y sólidos en el mediano y largo plazo, que sea medible y que nos brinde la posibilidad de constituirnos como un país líder en América Latina y que se extienda a lo largo del globo terráqueo.

Debemos invertir en el recurso más preciado como lo son las personas, tenemos la oportunidad histórica de aprovechar nuestra “malicia indígena” que nos ha caracterizado como personas de empuje, echadas pa`lante, recursivas, innovadoras que ante la adversidad vemos la oportunidad de mejora y sabemos aprender de nuestros errores para obtener grandes beneficios dentro del largo camino del aprendizaje que es diario, que es un recurso inagotable. Dicho camino nos debe conducir a una sociedad más equilibrada, más madura, que le brinde grandes posibilidades a la gran mayoría de personas buenas que “somos más” que aquellos individuos que no aportan al crecimiento intelectual, económico, cultural y moral del país del sagrado corazón de Jesus.

Estamos abocados a tomar las riendas de nuestro propio

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