ENFOQUE, DIRECCIÓN Y PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICOS.
Enviado por liza33963 • 4 de Marzo de 2015 • Tesis • 12.227 Palabras (49 Páginas) • 264 Visitas
ENFOQUE, DIRECCIÓN Y PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICOS. CONCEPTOS Y METODOLOGÍA.
Rodríguez González Fermín Orestes y Alemañy Ramos Sonia.
El enfoque estratégico.
Tradicionalmente ha sido una constante la preocupación de las administraciones por incrementar su eficiencia organizacional, sin embargo actualmente esto no es condición suficiente para garantizar el éxito debido al incremento, cada vez mayor, de la interrelación de la organización con el entorno turbulento. La experiencia demuestra que el éxito y la supervivencia, a largo plazo, de las organizaciones dependen también de los progresos de su eficacia, mientras que los cambios internos afectan fundamentalmente su eficiencia. Una organización sometida a los efectos del entorno turbulento puede fracasar a pesar de ser muy eficiente. Según Drucker, “no es hacer las cosas correctamente, hay que hacer las cosas correctas”.
Las dos categorías son necesarias y complementarias, aunque algunos autores plantean hacer mayor énfasis en la eficacia.
Este enfoque estratégico definido como una actitud extrovertida, voluntarista, anticipada, crítica y abierta al cambio, se ha plasmado en los conceptos de estrategia organizacional, planificación y dirección estratégicas, constituyendo su base fundamental.
El enfoque estratégico no hace obsoleta toda la dirección tradicional, sino que da una nueva orientación a las dimensiones táctica y operacional. Se caracteriza por los elementos siguientes:
Planificación partiendo de las condiciones turbulentas.
Construcción de escenarios alternativos para aclarar incertidumbres y futuros posibles y las fuerzas que lo conforman.
Centrar el modelo institucional en el mercado y en las demandas de los clientes.
Construcción de una cultura estratégica para lograr un comportamiento organizacional.
Intención de explorar la complejidad de la realidad.
Priorización de los factores del entorno en relación con los internos.
Preferencia por el nuevo comportamiento organizacional.
Deseabilidad del cambio para ajustar el rumbo de la organización.
Prioridad a las inversiones inteligentes como factores transformadores.
Propicia la descentralización y crea autonomía.
Preferencia a las decisiones colegiadas, en equipo y a la participación en las diferentes tareas de la gestión y la administración.
Planificación, seguimiento y evaluación son considerados en forma integrada, como partes de un mismo proceso.
Compromisos con los plazos largos, mediano y corto, en este orden de jerarquía.
Dirección Estratégica.
La formulación de la estrategia organizacional recoge el planteamiento de la planificación estratégica, ampliando el alcance del análisis desde las variables técnico - económicas hasta las variables socio – político - culturales.
La estrategia que guiará el comportamiento y la actividad de la organización en el futuro, es el resultado de la conjunción de tres elementos: las aspiraciones de la empresa, las oportunidades y amenazas del entorno y las capacidades internas de la organización.
El esfuerzo por encontrar la solución al problema estratégico quedaría en gran parte estéril sin la necesaria preocupación por dotar a la organización de las condiciones estructurales e instrumentales para ejecutar correctamente la estrategia formulada.
A pesar de haberse realizado una buena planificación estratégica uno de los motivos del fracaso o del éxito de la misma, es la falta de seguimiento y control en relación con su implementación práctica.
La dirección estratégica se concibe como una estructura teórica para la reflexión sobre las grandes opciones de la organización, fundamentada en una nueva cultura organizacional y una nueva actitud de la administración, donde ya no se trata de campear las dificultades del entorno sino ir a su encuentro. La dirección estratégica es también un intento de mejorar la dirección y la gestión de la organización.
¿Qué es la Dirección Estratégica?.
Sin pretender dar una definición, muchos especialistas aceptan que la Administración Estratégica es un enfoque diferente de entender y practicar la administración, que reconoce o privilegia los aspectos críticos siguientes:
La importancia del entorno, con sus oportunidades y amenazas
La importancia de un sistema de acción centrado en los clientes, usuarios y socios de la organización
El compromiso con la visión prospectiva, con el largo plazo y con la sostenibilidad institucional
Las inversiones “inteligentes” centradas en factores de cambio y transformación
El compromiso con los principios de la calidad total en todos los niveles
La importancia de los competidores para el desempeño de la organización y las alianzas estratégicas entre ésta y los competidores.
La Dirección Estratégica no debe verse como un conjunto de conceptos, métodos y técnicas que pueden ser enseñadas y aprendidas a nivel de habilidad. Es más una combinación de fundamentos filosóficos y del comportamiento localizado a nivel de conocimientos y de las actitudes, tanto personales como profesionales y que tiene profundas y significativas implicaciones para la cultura de las organizaciones y las posturas futuras.
Lo más importante de la Dirección Estratégica no son sus herramientas, sino la “Intención Estratégica” (IE) de quienes la practican. Con las herramientas pero sin la IE poco se logra, pues ella puede superar hasta la falta de algunas herramientas estratégicas.
Cómo la Dirección Estratégica puede ayudar a dinamizar la cultura y las nuevas ideas.
• Concientizando que la “estrategia” implica cambios
• Construyendo una “visión” estratégica
• Invirtiendo en “capacidad estratégica”
• Convenciendo de la necesidad de un análisis de la situación actual que revele:
• los aspectos fuertes y débiles internos de la organización
• las oportunidades y amenazas externas a la organización
• la construcción de los escenarios futuros
• Asumiendo la flexibilidad como un principio.
• Manejando los conflictos y las resistencias por los cambios.
Sistema simplificado de dirección estratégica.
Muchas instituciones menos complejas y de menor tamaño, relativamente, no comienzan un proceso de cambio institucional porque consideran que los modelos de gestión de cambio disponibles son muy complejos para ser manejados.
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