ERES TÚ

ERES TÚ

Decía el amante de las rosas amarillas que el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin darse cuenta que la felicidad está en la forma de subir la escarpada. Entonces, ¿quién es el mundo, que es la montaña y donde está la escarpada?

El pleno siglo XXI; con un Papa argentino, una isla y una potencia amistada, un rey del pop muerto y, una y mil ideologías nuevas; seguimos viviendo en unas sociedad que prefiere ver el mundo desde su ventana, una sociedad que busca culpables de lo sucedido, y una sociedad que prefiere vivir la vida por medio de otros; en vez de levantarse y hacerle frente a los obstáculos y problemas de la vida diaria.

Contaba un excombatiente de la campaña militar peruana de 1941, que llegó a su natal Usquil un hombre montado en bestia con el título de coronel, que requería a un hombre de cada familia, para que valerosamente defendiera a su patria en una guerra que se abismaba contra el vecino Ecuador,  tenía miedo es cierto y huir hubiera sido una salida fácil, pero no iba a permitir que ninguno de sus huérfanos hermanos fuese, se levantó y sin dudar ni vacilar en su decisión, siguió al hombre. Pampa Larga era el frente que le había tocado, justo en la frontera de su patria, hacía tres meses que no sabía nada de su familia, de pronto escuchó que su general gritaba, no entendía que, pero sabía que había comenzado y que después de ello solo tendría dos salidas, o la vida eterna con sus padres o reunirse con sus cuatro hermanos que lo esperaban en casa, la primera no le parecía viable, no aún. Casi 70 años después un nonagenario hombre le cuenta entusiasmadamente a sus tres nietos el valiente soldado que fue, y como logró con coraje vencer en una guerra donde el triunfo fue peruano.

El nombre de nuestro valeroso héroe nunca apareció en un libro de texto ni es mencionado en las clases de historia peruana, pero al igual que miles que perecieron durante la guerra, y otros que consiguieron volver con sus familias, logró con éxito y valor el cometido que años atrás se le fue encomendado.

Nos levantamos día a día, con la monotonía de no tener un propósito trascendente en mente, sin una idea clara de lo que haremos a lo largo del día que se nos avecina, y horas más tarde nos metemos entre las sábanas sin haber logrado nada y con una vaga sensación de revancha por lo que no hicimos ni logramos, y así mediocre y fugazmente se nos pasan los días, las semanas y los meses; y de a poco la vida misma.

El desaparecido Madiba relata que la mayor gloria de nuestras vidas no está, en no caer sino en levantarnos cada vez que caemos, claro está que en cada levantada seremos más fuertes y más seguros de nosotros mismos, y que en nosotros quedaría la seguridad y la advertencia continua de no volver a tropezar con la misma piedra ni volver a chocarnos con la misma pared, porque escrito y dicho está en todos lados que el éxito es una gran enseñanza pero el fracaso es una mayor.

Prematuramente las personas a veces erróneamente nos hacemos de la idea acerca de que la felicidad está en conseguir todo lo que soñamos en la vida, y se plantea el equivocado enunciado de Nicolás Maquiavelo que refiere que el fin justifica los medios. El fin siempre va a justificar el medio, siempre y cuando este no haya causado mal a alguna persona, o tratado de anteponer nuestras viles necesidades ante las de las demás. El fin justifica el medio si el éxito ganado, es fruto de la honestidad y trabajo.

Otros piensan que la felicidad está en las cosas materiales, tales como una millonaria suma de dinero, una casa de lujo, bienes  carísimos sin importancia o inclusive una vida sin restricciones donde todo esté al alcance de nuestras manos y a pedir de boca; pero en realidad nunca ha estado, no está, ni nunca estará en las cosas materiales, ni puede ser comprado ni vendido, y tampoco lo puedes encontrar por que sí.

Por ejemplo la felicidad la encuentro a diario en cada sonrisa de mi madre, en cada abrazo de mi abuela, en cada palabra sabia de mis profesores y amigos; porque la felicidad la consigues de pequeñas cosas que vas viviendo y en las experiencias que seguramente años más tarde, tendrás como recuerdo de haber vivido una vida plena, tranquila y satisfactoria.

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