ESCLAVITUD Y DINERO.
Enviado por andrea_gmcr • 21 de Octubre de 2013 • Examen • 508 Palabras (3 Páginas) • 229 Visitas
ESCLAVITUD Y DINERO
Para que exista una sociedad, es necesario el intercambio de productos y servicios entre los integrantes, así como la interacción entre ellos, en la continua búsqueda de la realización por medio de la satisfacción de las necesidades biológicas, psicológicas, culturales y sociales.
La necesidad de crear un método para hacer más fácil el intercambio de objetos o servicios por otros equivalentes (trueque), surge desde siglos antes de Cristo. Según Aristóteles el dinero se inventó por el ser humano para satisfacer las necesidades del comercio, por lo tanto, es algo artificial y no imprescindible para el desarrollo pleno de las personas. Sin embargo, a través de la historia se puede apreciar cómo se ha creado dependencia total de este invento, dándole el control sobre el desarrollo de la sociedad así como de las personas. El consumismo es un ejemplo de la manera en que son controladas las masas para generar un estado de inconformidad en los seres humanos que nos lleve a permanecer esclavizados por medio de las deudas. Las hipotecas, los enormes créditos, el excesivo pago de intereses, la poca o nula educación financiera y la presión que los medios de comunicación ejercen sobre las personas es una trampa mortal que induce a la esclavitud moderna, a crear esa reja de barrotes invisibles, esa realidad creada donde se vive para trabajar, en lugar de trabajar para vivir, donde la pobreza es uno de los recursos más valiosos para los emperadores del siglo XXI, la cual buscan proteger y postergar a toda costa, incluidas las vidas de personas que han luchado en contra de estos tiranos.
En la humanidad siempre ha habido lucha de clases y éstas conducen a la revolución contra los opresores, pero ¿Quién va a detenerse a pensar en alcanzar una vida digna, cuando se encuentra atado a una hipoteca de treinta años? La mayoría elige la evasión y decide ‘vivir’ con esa venda en los ojos, a pesar de ese incesante palpitar que le recuerda que está vivo, y le pregunta en cada latido: ¿Nací para trabajar ocho horas diarias, siete días de la semana por un salario mísero el resto de mi vida? Al no atreverse a responder, decide tratar de callar esa voz por medio de miles de fugas, las cuales se encuentran disponibles en un abanico increíble de opciones a la carta, que, muy cordialmente nuestros gobernantes nos extienden a raudales, entre ellos el alcoholismo y las drogas, situación que hunde más en la esclavitud a los seres humanos. ¡Qué magnífico negocio es la pobreza!
A pesar del gris panorama, podemos apreciar que aun hay corazones valientes dispuestos a luchar, que no se han dejado callar y desde los pocos medios de comunicación que no han sido corrompidos o censurados siguen latiendo en aras de la verdad. Como dice el proverbio: mientras haya vida hay esperanza, ya sea en ésta vida o en las que siguen, no quiero dejar de hacer lo que está
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