ESTADIOS DEL DESARROLLO SEGÚN H. WALLON.

LECTURA: ESTADIOS DEL DESARROLLO SEGÚN H. WALLON

Al nacer, la principal característica del recién nacido es la actividad motora refleja. H. Wallon, divide su investigación en varias etapas como son:

Primer estadio, como estadio impulsivo puro derivado de los diferentes estimulos (Interoceptivos, propioceptivos y exteroceptivos). Los límites del primer estadio no son muy precisos.

En su segundo estadio (o estadio emocional), H. Wallon no habla de nuevos estadios, sino cuando ha prevalecido un nuevo tipo de conducta dentro de los 6 meses de edad donde aparecen las primeras muestras de orientación hacia el mundo del hombre como la alegría o la angustia, este estadio J Piaget niega su existencia y es caracterizado como el de la simbiosis afectiva que sigue inmediatamente a la auténtica simbiosis de la vida fetal, y que continua con la simbiosis alimenticia de los primeros meses de vida.

El tercer estadio llamado sensitivomotor o sensoriomotor o la “sociabilidad incontinente”, coincide con lo que dice J Piaget, pero H. Wallon dice que este aparece al final del primer año de vida o al comienzo del segundo; el niño se orientará hacia intereses objetivos y descubrirá realmente el mundo de los objetos, donde hace referencia a la aparición de dos aspectos de suma importancia como son el andar y la palabra

El cuarto estadio lo distingue como proyectivo, este guarda relación con toda la concepción genética Walloniana  del paso del acto al pensamiento; en esta etapa, el niño conoce el objeto únicamente a través de su acción sobre él; siente una especie de necesidad de proyectarse en las cosas para percibirse a sí mismo.

Un quinto estadio lo denomina como estadio del personalismo, el niño llega a prescindir de situaciones en que haya implicado y a reconocer su propia personalidad como independiente de las situaciones; llega a la “conciencia del yo” que nace cuando se es capaz de tener formada una imagen de si mismo, una representación que, una vez formada, se afirmara de una manera indudable con el negativismo y la crisis de oposición entre los dos años y medio y los tres años. .

Cuando llega a la edad escolar, hacia los seis años de edad, posee los medios intelectuales y la ocasión de individualizarse claramente; pero aún hay una etapa que separa al niño del adulto: la adolescencia, es una etapa en que las necesidades personales adquieren toda su importancia, la efectividad pasa el primer plano y acapara todas las disponibilidades del individuo.

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