ESTADIOS DE DESARROLLO SEGÚN H. WALLON

ESTADIOS DE DESARROLLO SEGÚN H. WALLON

Al nacer, la principal característica del recién nacido es la actividad motora refleja. H. Wallon llama a este, estadio impulsivo puro, la respuesta motora a los diferentes estímulos (interoceptivos, propioceptivos y exteroceptivos) es una respuesta refleja, los limites de este primer estadio no son muy precisos. Aun apareciendo nuevos modos de comportamiento. H. Wallon habla de un segundo estadio, estadio emocional cuya existencia niega J. Piaget basándose en que la emoción en sí nunca es dominante ni organizadora. H. Wallon caracteriza este estadio como el de la simbiosis afectiva que sigue inmediatamente a la autentica simbiosis de la vida fetal. En este estadio el niño necesita muestras de afecto, por los que se encuentra rodeado; caricias palabras, risa, besos y abrazos, manifestaciones espontáneas de amor materno. El tercer estadio de H. Wallon es llamado sensitivomotor, o sensoriomotor, aparece al final del primer año o al comienzo del segundo lo que denomina “sociabilidad incontinente”. Coincide en parte en lo que dice J. Piaget. H. Wallon concede gran importancia a dos aspectos diversos del desarrollo, el andar y la palabra, que contribuyen al cambio total del desarrollo infantil. El estadio proyectivo, el niño conoce el objeto únicamente a través de su acción sobre el mismo, mientras que dura el estadio proyectivo, el niño siente una especie de necesidad de proyectarse en las cosas para percibirse a si mismo. H. Wallon afirma que, primordialmente, la función motora es el instrumento de la conciencia, sin la cual no existe absolutamente nada. Quinto estadio denominado por H. Wallon estadio del personalismo, aquí podemos percibir que el niño va creando su conciencia, personalidad y su adaptación familiar, en la que esta integrado, cuando llega a la edad escolar el niño tiene cierta madurez de conciencia que le permite establecer relaciones con su entorno. Se abren las posibilidades a las relaciones sociales, el trato favorece a su pleno desarrollo y es cimiento del interés que, en el transcurso del tiempo ha de tener por los demás y por la vida en sociedad, la “adolescencia” una etapa importante que separa al niño del adulto , en esta etapa es sumamente importante inculcar los valores sociales es este el momento en que el adolecente puede descubrirlos con esto construirá la orientación para su vida de hombre.

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