ETICA EMPRESARIAL

ETICA EMPRESARIAL

La ética tal como se ha manifestado en el devenir del tiempo dentro del ámbito empresarial se ha vislumbrado como un “ente etéreo”, cargado de elementos morales-normativos que deben estar estatuidos en el ser humano para la aplicación de una sanción por el desvío de una acción, considerado subjetivamente bajo la característica de “bueno” o “malo” según la óptica del interlocutor, no obstante, estos elementos investidos de carga emocional se trasladan a las empresas, de tal modo que se configuran como factor secundario de la cultura empresarial imbuida en él, pero sin otorgarle ningún rango de rentabilidad, aspecto éste que los sistemas organizacionales tienen y presentan como máximo factor de utilidades y de acciones, tendentes a la consecución de sus objetivos trazados, es decir, no toman a la Etica como el eje de un proyecto de empresa.

Sin duda, ello apunta a que en los ámbitos laborales la Gerencia se maneje con criterios pragmáticos, lo que se traduce en que se maniobran o manejen las situaciones o eventos por conveniencia, más no por valores, donde la Gerencia Práctica, definida como aquella que se vincula con la acción adecuada guiada por valores se observa desplazada, anulada, o en su defecto no ha sido generada.

A tal efecto, se revela dentro de los sistemas organizacionales lo que Palma (1999) denomina Relativismo Etico y Utilitarismo, cuando se emite un juicio de opinión este es subjetivo y cambiable de acuerdo al estado emocional de la persona, quien cambia con ello la moralidad del acto. Aunado a esto, las situaciones que emplazan a un código de ética se miden en relación a sus consecuencias, dando importancia en grado sumo al fin último y no a los medios, canales o vías que se deben abordar en un evento determinado.

Lo anterior denota la denominada “crisis de la ética” manifestada en los conceptos cambiantes de responsabilidades, capacidad de respuesta, desempeño del individuo tomador de decisiones, produciéndose así una brecha entre la Responsabilidad Individual y la Responsabilidad Colectiva entre la empresa y la satisfacción del individuo proclive a la no cooperación, a la no corresponsabilidad entre las partes ejecutantes en una organización, en tal sentido, se debe ir tras la búsqueda de un modelo de empresa capaz de concatenar estos elementos.

En este marco de lineamientos, si se parte de que la ética emerge, se origina de una naturalidad de conflictos, es decir, intereses o valores de conflictos se debe realizar una proyección de la empresa hacia el futuro, pero abordando las aristas de una “situación la más deseable posible” mediante el “Poder Ser”, no a través del “Deber Ser” la cual es en sí una construcción del individuo en un futuro para corregir lo que hoy no es perfecto, en su criterio de ser lo mas deseable posible; mientras, en este itinerante, el Poder Ser lo define Martín (2001):

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