Educación En México

Cada vez que miro a México, veo un lugar de oportunidades, un lugar donde la riqueza esta al alcance de mis manos y sobre todo veo gente hermosa, sin embargo ¿cómo desarrollé esta percepción tan bella de un país pobre, corrupto, sin ambición comunitario sino personal, entre muchos otros defectos?

Ingresé a la educación primaria a los 6 años de edad y hoy doce años después sigo estudiando, me considero afortunado, de cien niños que ingresaron a los seis años a la primaria ahora soy uno de doce de los primeros cien. Pienso acabar un posgrado, siguiendo la estadística sólo acabaríamos yo y otro más. Gracias a mi educación puedo tener un marco optimista de mi país.

No obstante, sabemos que la mayoría de los mexicanos no posee una educación decente, en la prueba Pisa afortunadamente estamos progresando, somos el número treinta de treinta países que son muy competentes en la educación. Por supuesto es totalmente justificable, competimos con los países potencias, sería una mejor idea mirar hacia abajo para sentirnos mejor, así no estamos tan mal.

Pero qué es lo que está mal. ¿Qué nos sucede como país? Bueno, muchos podemos culpar a las instituciones, por supuesto ellas tienen toda la culpa, tienen la culpa de no tener ni siquiera una idea de cuántos maestros hay, que sólo un tres por ciento de todo el dinero invertido (cabe resaltar que México es el país que más invierte en educación) se hace llegar a las escuelas de todo el país, ¿en dónde se queda ese otro noventa y siete por ciento? Obviamente en obras de caridad hacia los maestros, regalándoles Hummers, viajes y por supuesto su merecido salario. Claramente ellos tienen la culpa de la ineficiencia de los educadores, y tienen muchas otras fallas.

Otros pocos tal vez le echemos la culpa a los docentes, esos tiranos que no asisten a clases, que no procuran la enseñanza del alumno, aquellos que, como buenos maestros les ponen a repetir a los alumnos, con ganas de aprender, las tablas de multiplicar para que se las aprendan ya que en este sistema el razonamiento crítico está castigado en la esquina.

Algunos, tal vez muy pocos, estamos echándole la culpa a los alumnos y a sus padres, no nos damos cuenta que en realidad el problema no radica en casa, muchas veces los padres no saben lo que están aprendiendo sus hijos, es obvio, ellos confían en que los buenos educadores les enseñarán cosas buenas a sus hijos y no irán a manifestarse por cualquier razón. Los estudiantes ya no quieren estudiar, saben que es lo bueno pero no hay incentivos en casa para que ellos lo hagan, de hecho hay ocasiones en donde los mismos padres fuerzan a que los alumnos dejen la escuela y se pongan a trabajar.

Entonces, ¿de quién es la culpa? Sinceramente no me atrevo a responder esta cuestión, pero puedo inferir que todo esto es un fruto de una mala cosecha, todo esto es un efecto de las malas decisiones que México ha tomado

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