Educación Moral

EDUCACIÓN MORAL

Educación y *moralidad son dos procesos que mantienen tan profunda relación que no pueden separarse; aún más, el análisis de cualquiera de ellos nos lleva necesariamente al otro. La educación, en sentido estricto, es el proceso intencional por el que, a partir de una cierta indeterminación o autonomía, se persigue el perfeccionamiento de la totalidad del ser personal.

Los rasgos constitutivos de este proceso son, asimismo, los de la moralidad. En efecto, el hombre es radicalmente *moral, porque al no tener su comportamiento naturalmente «ajustado», está abocado, quiéralo o no, a ajustarlo. En otros términos, tiene que hacer el ajustamiento, justificar sus actos. La indeterminación humana, por tanto, es la raíz de la *educabilidad y de la moralidad.

Por el hecho de que el hombre tiene que justificar sus actos se plantea la cuestión de buscar el canon o la norma según la cual realizar esa justificación. Ese canon o norma puede ser, según las distintas concepciones de la moral, bien la religión, la naturaleza general del hombre, la naturaleza individual o la sociedad en su dinamismo histórico. De esa norma se derivarán los principios que orienten y justifiquen el comportamiento. Igualmente el proceso educativo, en cuanto optimizador o perfectivo, exige reflexionar sobre dos aspectos íntimamente relacionados entre sí: el primero de ellos se refiere a la cuestión de para qué se ha generado el proceso, es decir, qué objetivos se persiguen; y, en segundo lugar, si la consecución de esos objetivos implica una mejora o perfección. Este segundo aspecto nos lleva inevitablemente a la búsqueda de la “'norma que nos permita dilucidar la cuestión de si por el proceso emprendido se han alcanzado niveles superiores o no. Porque el hombre tiene que justificar sus actos, necesita una norma según la que se realice ese ajustamiento, y porque el hombre es educable,

se impone la búsqueda del parámetro o los parámetros según los cuales perseguir el perfeccionamiento.

Llegados a este punto se impone una pregunta crucial, ¿cómo se está realizando el proceso de ajustamiento a la norma? A través de actos que generan en el hombre disposiciones comportamentales estables por los que la indeterminación humana se encauza operativamente en un sentido determinado que, cuando es según la norma, se llaman virtudes.

¿Cómo hay que educar para una conducta moral? El problema de la conducta moral apenas es planteado en la educación institucional; la enseñanza se aplica al saber intelectual, pero no al saber vivir. Sin embargo, hay una primacía de las virtudes

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