Educación Y Aprendizaje

“La sociedad verdaderamente humana es la sociedad del aprendizaje,

donde los abuelos, los padres y los niños son todos estudiantes”

Eric Hoffer

Desde el momento en que nacemos, después de pasar 40 semanas dentro mundo acuoso del vientre materno, nuestro organismo comete, lo que podría definir, el primer acto de aprendizaje de supervivencia y adaptación. Nuestros pulmones pasan de ser “una bolsa desinflada” a ser una “cámara de aire” que nos permite emitir respirar, dando nuestro primer grito de vida.

Resulta increíble que los neonatos tienen el reflejo instintivo de agarrarse a la mano del primero que lo tome en brazos, tal cual lo hacen los chimpancés que desde recién nacidos se aferran al pelaje de su madre, quien al tener cuatro patas debe “cargarlo” en su espalda para poder andar, este reflejo les resulta la diferencia entre la vida y la muerte.

Según la ciencia médica tenemos “grabado” en nuestro genoma humano información de nuestros antecesores que nos permite sobrevivir a nuestra llegada al mundo; según la psicología desde el momento de la concepción y durante la gestación los nonatos adquieren su temperamento, mismo que se desarrolla al nacer hasta convertirse en la personalidad del individuo. Si aún antes de tener conciencia el ser humano tiene información genética, (que va acumulando con el tiempo), pudiéramos entender que la evolución humana no depende de los genes, sino del aprendizaje y de nuestra enorme capacidad de adaptación mediante la experiencia.

Hasta la llegada de la especie humana los cambios y adaptaciones en el planeta, tenían una lentitud considerable, decenas de miles de años para ver pequeñas modificaciones. Con la aparición del Homo Habilis la evolución tomo una rapidez desmedida, ya que cambiamos todo mediante el aprendizaje, evolucionamos sobre las civilizaciones anteriores sirviéndonos de su experiencia, para dar un paso más y es así como el hombre ha mejorado la ciencia, anota su historia e incluso modifica el mundo.

Hoy este aprendizaje nos ha llevado a un mundo en donde en donde la tecnología acorta distancias, al tiempo que evita el contacto humano manteniéndolos distantes. Esta increíble capacidad de aprender y adaptarse ha llevado al ser humano a crecer inmensurablemente arrasando al propio medio en el que vive, sin detenerse a medir o bien analizar los resultados de sus experiencias.

El análisis es una habilidad exclusiva del humano que se da por medio del estudio de su historia y entorno, sin embargo mientras nuestra especie continúe con esta adaptación subiéndose al tren, porque si no lo deja, será más difícil que nos detengamos a analizar los resultados y pertinencia de nuestro aprendizaje, ya que de poco servirá un mundo globalizado y tecnificado si acabamos con los más básico que tenemos para la sobrevivencia: el contacto humano y un planeta para vivir.

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