Educación física En Niños Con Autismo
Enviado por anaid479 • 13 de Mayo de 2013 • 4.708 Palabras (19 Páginas) • 424 Visitas
EDUCACIÓN FÍSICA EN NIÑOS CON AUTISMO
ÍNDICE
1. Definición, características y clasificación. 2
2. Consecuencias a nivel motor. 4
3. Objetivos en Educación Física para niños con autismo. 5
4. Metodología en Educación Física con niños con autismo. 6
5. Adaptaciones en Educación Física normalizada. 7
6. Evaluación del autismo. 10
7. Test motores y autismo. 11
Actividades. 12
Deportes en autismo. 13
Bibliografía. 16
Anexos:
Criterios diagnósticos trastorno autista. 22
EDUCACIÓN FÍSICA EN ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES: AUTISMO.
1. DEFINICIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN.
Es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida. Este síndrome se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y de la imaginación. Con frecuencia, estos síntomas se acompañan de comportamientos anormales, tales como actividades e intereses de carácter repetitivo y estereotipado, de movimientos de balanceo, y de obsesiones insólitas hacia ciertos objetos o acontecimientos. (www.sanectario.cl)
El nivel de inteligencia y la gama de capacidades de las personas con autismo son muy variables aunque la inmensa mayoría (75 %) presentan una deficiencia mental asociada de diverso grado. En algunos casos, sin embargo, pueden ser normales en ciertos aspectos o incluso estar por encima de la media. Por otro lado, algunas personas pueden ser agresivas hacia sí mismas o hacia los demás.
Hay muy pocas personas con autismo que tengan capacidades suficientes para vivir con un grado importante de autonomía, y la mayoría requieren una gran ayuda durante toda la vida.
Los trastornos del espectro autista afectan, aproximadamente, a 1 de cada 1000 nacimientos y es mucho más frecuente en el sexo masculino que en el femenino, en una proporción de 4 a 1.
El autismo en las grandes clasificaciones internacionales
Dentro de las últimas versiones de las dos clasificaciones internacionales de trastornos mentales más importantes (DSM-IV y ICD-10), el autismo está incluido dentro de la categoría de Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y se le denomina Trastorno Autista. Los TGD son, de alguna manera, la categoría que ha substituido en estos dos sistemas de clasificación al término psicosis infantil, que en el caso del DSM ya fue eliminado de la versión de 1980 (DSM-III), aduciéndose en aquel entonces que el concepto de psicosis infantil era poco operativo e inducía a la confusión y el error.
Según el DSM-IV (APA, 1994) los TGD se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Las alteraciones cualitativas que definen estos trastornos son claramente impropias del nivel de desarrollo o edad mental del sujeto. Aparte del autismo o Trastorno Autista, los TGD incluyen los siguientes trastornos:
• Síndrome de Rett
• Trastorno Desintegrativo de la Infancia
• Síndrome de Asperger
• Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado
En esta clasificación, se considera que las características fundamentales del autismo son: un desarrollo de la interacción social y de la comunicación claramente anormales o deficitarios, y un repertorio muy restringido de actividades e intereses.
Aparte de las definiciones de los síntomas primarios y asociados, de los datos epidemiológicos, o de los criterios para el diagnóstico diferencial, la importancia de la DSM-IV como herramienta para el diagnóstico del autismo estriba en la existencia de unos criterios relativamente operativos, que facilitan el acuerdo entre distintos observadores. (Ver Tabla 1 en Anexos).
Si analizamos el contenido de estos criterios diagnósticos, observamos que con independencia de los tres síntomas fundamentales se incluye un criterio temporal, de manera que sólo se puede diagnosticar el Trastorno Autista sí, además de estos síntomas, se observa una alteración importante, con anterioridad a los 3 años de edad, en como mínimo una de estas tres áreas del desarrollo: interacción social, lenguaje utilizado para la comunicación social y juego simbólico o imaginativo. El motivo de la inclusión de este criterio temporal es el de poder diferenciar entre el Trastorno Autista que, por definición, aparece muy precozmente, del Trastorno Desintegrativo de la Infancia, que se manifiesta después de un periodo de aparente normalidad no inferior a los 2 años de edad.
2. CONSECUENCIAS A NIVEL MOTOR.
Desde los estudios de Leo Kanner, se ha creído que las capacidades motoras de los niños autistas no estaban afectadas, ya que a simple vista y sin un estudio más profundo, no manifestaban algún tipo de déficit o de movimientos acompañados como por ejemplo espasmos u otro tipo de movimientos involuntarios, pero se ha comprobado que esto no es del todo cierto. (Lorna Wing, M.P.)
La enseñanza, aprendizaje y posterior dominio para la ejecución de cualquier forma de actividad física en autistas no se desarrolla de la misma manera que en la mayoría de las personas. (Molina, Ana Luisa)
Cuando son pequeños, muchos muestran una actividad excesiva aunque en la adolescencia pueden volverse poco activos.
A menudo hacen muecas, sacuden o hacen girar las manos, caminan de puntillas, arremeten, se arrojan, pasean de un lado a otro, mecen y balancean el cuerpo, y giran la cabeza o golpean con ella.
Algunos de estos movimientos parecen ser involuntarios. En algunos casos aparecen de manera intermitente, mientras que en otros son continuos.
Las principales causas de los problemas motores que manifiestan las personas con autismo, se deben a serias deficiencias a nivel vestibular y propioceptivo:
- Vestibular
El sistema vestibular (oído interno) es fundamental en el equilibrio, la percepción del espacio y en orientación del cuerpo en relación a éste; por ello algún problema en este sistema va a conllevar lo siguiente:
• Mala coordinación de la sensación de movimientos.
• Control postural pobre.
• Inseguridad gravitatoria.
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