El Arte De La Guerra
Enviado por Gary518 • 9 de Marzo de 2013 • 3.569 Palabras (15 Páginas) • 310 Visitas
El Arte de la Guerra
El Arte de la Guerra es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Este libro de dos quinientos mil años de antigüedad, es uno de los más importantes textos clásicos chinos, en el que, a pesar del tiempo transcurrido, ninguna de sus máximas ha quedado anticuada, ni hay un solo consejo que hoy no sea útil. Pero la obra del general Sun Tzu no es únicamente un libro de práctica militar, sino un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación.
Sun Tzu fué un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo. El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en estos dos principios: Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño. El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar. Las ideas de Sun Tzu se extendieron por el resto de Asia hasta llegar a Japón. Los japoneses adoptaron rápidamente estas enseñanzas y, posiblemente, añadieron algunas de su propia cosecha.
C A P I T U L O I
Sobre la evaluación
En este capítulo Sun Tzu explica la gran importancia que tiene una guerra, por lo mismo es necesario estudiarla a fondo y tener al mando del ejército a un coronel preparado para todo tipo de terreno y ocasión en la que se encuentre él y el enemigo.
Dice que en la planeación de la guerra intervienen cinco factores fundamentales
La doctrina significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.
El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.
El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina.
La disciplina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.
Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado.
C A P I T U L O II
Sobre la iniciación de las acciones
Sun Tzu expresa en este siguiente capítulo que en la guerra se necesita saber las cantidades que se van a gastar y como el ejército va a cubrir las expectativas del estado, para poder brindarle toda la confianza, y estar seguros de que todo lo que se va a ocupar va a ser con la mayor eficacia y el estado siempre va a tener beneficios.
Se necesitan carros rápidos para facilitar la batalla, cada vez que el ejército avanza en el territorio extranjero se agotará el tesoro en el territorio nacional.
La victoria es el principal objetivo de la guerra, si tarda demasiado en llegar, las armas se embotan y la moral decae, si el ejército emprende campañas prolongadas los recursos del Estado no alcanzarán. Debes tener tus armas con filo, tu ardor y tus fuerzas al 100% y tu tesorería bien dotada para que tu enemigo no se aproveche de ti.
Un ataque puede carecer de ingenio, pero es necesario que se realice con la velocidad del relámpago, porque nunca se ha visto que la guerra prolongada beneficie a un país.
Llevar víveres proporcionados por el Estado pero también es de vital importancia quitar suministros al enemigo así el ejército dispone de alimento y arma en abundancia.
Donde se encuentra el ejército, los precios son elevados; cuando los precios suben, las riquezas del pueblo se agotan. Cuando las riquezas del país se agotan los ciudadanos son abrumados con impuestos. Los gastos del gobierno es cuando gastan en arreglar y comprar equipo nuevo armaduras cascos, flechas, y los suministros.
Cuando hay guerra es por el fin de saquear al enemigo porque se codician las riquezas.
C A P I T U L O III
Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota
Es la importancia que le da Sun Tzu para defender lo que te pertenece, y marcar el territorio al enemigo, la mejor manera de obtener la victoria.
Generalmente en la guerra la mejor política es la de tomar el Estado intacto, no fomentéis el asesinato es mejor capturar el ejército enemigo que destruirlo.
Debes combatir la estrategia del enemigo, el que sobresale en las victorias sobre sus enemigos triunfa antes de que las amenazas de éstos se concreten, "combatid sus planes desde el principio".
No permitas que tus enemigos se unan, si un enemigo tiene aliados, es fuerte, y si no las tiene, su posición es débil.
Luego de no permitir lo anterior, debes atacar a su ejército. La peor política consiste en atacar las ciudades, No las ataques, a menos de que ya no haya otra opción. Hacia el final de la dinastía de los Wei T’ai Wu conducía una guerra contra los Sung y ordenó a sus tropas a atacar la ciudad, en donde murieron más de la mitad de su ejército si alcanzar la victoria.
Tu meta es ser intacto de ésta forma tus tropas estarán frescas y tu victoria será total.
El arte de llevar las tropas al combate, consiste en esto: Si estás en superioridad de diez contra uno, rodea al enemigo; si es de cinco a uno, atácale; si es de dos a uno, divídele; si las fuerzas son iguales, puedes emprender el combate, si numéricamente eres inferior, debes ser capaz de batirte en retirada (evitar temporalmente a que el enemigo tome la iniciativa de ataque).
Si eres inferior en todos los puntos, debes ser capaz de esquivarlos, pues un pequeño ejército es una presa fácil para uno más poderoso (armas y equipo), también nos menciona que la confusión del ejército conduce a la victoria del enemigo.
Hay que saber cuándo hay que combatir y cuándo no.
Aquel cuyas tropas estén unidas en torno a un objetivo común será el vencedor. El que es prudente y espera a un enemigo que no lo es, será el vencedor. "organiza un ejército invencible y espera el momento en el que el enemigo sea vulnerable".
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y, en cien batallas, no correrás jamás el más mínimo peligro. Cuando no conozcas al enemigo, pero te conozcas a ti mismo, las probabilidades de victoria o de derrota son iguales, y si en otro caso ignoras al enemigo y no sabes nada de ti, estás en peligro en cada batalla.
C A P I T U L O IV
Sobre la medida en la disposición de los
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