El Autor Hace Que Imágenes Irreales Pasen A Ser Reales Y Tangibles

Como ya sabemos todo autor o artista lleva un toque mágico o de diferencia en cuanto al resto de las profesiones, o si se puede decir que lleva siempre una segunda carta bajo la manga. Esto se dice debido a que los autores tienen una forma diferente de ver la vida y que lo expresan bajo letras…

En el mundo literario, los autores pueden transformar ideas ficticias en cosas reales, a través de recursos literarios, de tal modo que se puedan relacionar hechos reales con una idea que nace en la imaginación del autor. También con estos recursos se pueden transformar ideas que viven en una mente literaria, en hechos de la vida cotidiana, de una manera simbólica, así poder jugar con la imaginación del lector, para que este tenga que entrelazar ideas para así poder llegar a lo que el autor quiere hacer entender.

Dentro de los textos, el autor siempre utiliza una forma de pensar y expresarse diferente, esta forma está basada en los recursos expresivos y los recursos literarios. Estos recursos son utilizados por el autor para darle al texto un sentido poético, un sentido más literario, el cual embellece al texto, para plasmar la realidad en una manera de ver diferente a la de los demás. Los recursos literarios más utilizados por los autores son la metáfora, el símil, la hipérbole, la onomatopeya, etc. Y entre los recursos expresivos se encuentran el dialogo, el monologo, la descripción, entre otros.

Los autores utilizan los recursos expresivos y literarios, como medio para dar a entender ideas reales y tangibles; que podrían ser fantasiosas en las obras, pero al llevarlos a la vida cotidiana tienen sustentos factibles o comprensibles; como es el caso de “El Tambor de Hojalata” del autor alemán Günter Grass, ya que mediante su obra metaforizada y llena de recursos expresivos y literarios, narra, cuenta su vida y las experiencias que tuvo a lo largo de ella.

Si nos fijamos en el aspecto que contiene los recursos literarios, en su obra, Günter Grass siempre utilizó un lenguaje simple y de narración, mayormente en primera persona, pero en algunos momentos la historia era narrada en tercera persona, ya que en el libro trata de plasmar su autobiografía de una manera clara e irónica, mezclando el mundo realista con el lado fantasioso de este. Se presentan muy pocas oportunidades de diálogo en la obra, la mayoría de las conversaciones se plasman en forma de narración. Por ejemplo “…cuando mi abuela sacó de debajo de sus faldas el regalo de bautizo, una oca madura: —Eso sí que no hubiera sido necesario, abuela. Igual me gustaría que vinieses aunque no trajeses nada —cosa que no fue del gusto de mi abuela, que quería saber lo que valía su oca. Con la mano plana le dio unas palmaditas al ave bien cebada y protestó: —No digas eso, Alfredito. Esto no es una oca cachuba, sino una oca nacional alemana, y sabe exactamente lo mismo que antes de la guerra.” Pág. 212.

El tambor de hojalata es un libro que meramente refleja gran parte de sus acciones en forma de metáforas, de tal manera que crea una realidad totalmente comprensible en el contexto de la obra,

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