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“El Camino a la felicidad siempre será doloroso”


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2017  •  Biografía  •  778 Palabras (4 Páginas)  •  612 Visitas

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Hubiera sido increíble que mi padre nos observará ahora, estoy seguro que sea donde este, el estaría orgulloso de nosotros, porque a pesar de todo, pudimos cuidar a mamá, protegerla y amarla como es debido, momentos de tristeza, sufrimiento, dolor no faltaron, pero fueron necesarios para que estar donde estamos en este preciso instante, todos dichosos, sonriendo, riendo esta vez de verdad.

Es triste ver como en el mundo de ahora la gente expresa cosas que no sienten, sonríen, aman, quieren, lloran, ríen, como si hacer todas esas cosas se convirtieran en una rutina aburrida, cosas banales sin significados importantes, perdiendo la poca humanidad que nos queda.

¿En qué momento olvido la humanidad su objetivo?; ¿Cuándo nos perdimos?; ¿Hace cuánto eludimos el verdadero sentimiento de amar?; ¿Acaso extraviamos nuestros corazones?; ¿Nos hemos transformado en seres ambiciosos sin piedad?; los humanos se habían convertido en máquinas.

Tenía siete años cuando mi padre murió y mis hermanos nacieron, mi madre no tuvo tiempo de derrumbarse, tanto ella como yo compartimos nuestro sufrimiento silenciosamente, las estrellas eran las únicas que sabían el dolor por el que habíamos pasado después de la despedida de papá.

Meses agridulces, así se describían, extrañaba a papá como al mismo tiempo estaba feliz por la llegada de mis hermanos, tal vez, como papá lo fue para mí, yo me volví el héroe de ellos.

Tras el fallecimiento de mi padre, quedamos en escasez de recursos, mi madre tuvo que vender todo lo valioso para poder sostenernos un tiempo, los gastos de mis hermanos juntos los míos eran muy grandes, ella empezó a trabajar sin parar, mientras yo intentaba madurar.

Ocho años después con quince años de edad, conseguí un trabajo de medio tiempo en una bicicletería, atendía a los clientes en la recepción al mismo tiempo que reparaba bicicletas, la paga era suficiente para ayudarle a mamá con algunos gastos, esta última no estaba convencida de que yo trabajara mientras estudiaba, sin embargo seguí trabajando, pensando que eso era lo correcto para todos.

Un día al llegar a casa agotado, mamá me esperaba en la sala, no se iba a dormir hasta que yo no cenara con ella, al mirarla note un aura de tristeza, me pregunto la fecha del día, por lo cual al recordarla supe el porqué de su estado, ocho de agosto el día que mi padre murió, sonreímos al tanto que nuestras lágrimas hacían su recorrido por nuestras mejillas, amargos recuerdos inundaron la noche estrellada.

Era treinta de noviembre, el aniversario de mis padres, ese día decidí llevar a mamá a un karaoke por esto también le había regalado un ramo de crisantemos rojos, eran los favoritos de ella, por consecuencia ella me abrazo empezando a llorar, la rete a cantar junto a mí, para el momento en que estábamos enloquecidos cantando vi a papá frente a mi aplaudiendo al tiempo que sonreía,

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