El Caracter Integral De Una Practica Educativa

El carácter integral de la práctica educativa

Planear como ya dijimos anteriormente es una tarea del profesor por esta ocasión el único problema que se presento fue que los contenidos me los dieron muy tarde, pero considero que si lo hice bien, diseñe actividades que pudieron ayudar a alcanzar el propósito establecido en cada asignatura y adecuadas a su edad.

Elabore el material didáctico adecuado para cada actividad, que les ayudaba a entender más fácil.

La comunicación que tuve con los niños fue buena, pero en ocasiones sentía que no me explicaba bien o eran ellos los que no ponían atención, hubo momentos en que fue necesario levantarles la voz por la falta de disciplina.

Conviví con mis alumnos en la hora de recreo, me di cuenta de sus necesidades y esto me va ayudar para que la próxima vez que vaya pueda tomarlas en cuenta para hacer la planeación y obtenga mejores resultados al terminar la clase.

Uno como futuro docente debe tomar de tarea, antes de ir a dar clases dominar el tema que impartiremos ya que los niños son muy curiosos y en cualquier momento te pueden hacer una pregunta sobre alguna duda que tengan. Por eso siempre que voy a dar clase trato de investigar cosas que piense que me puedan preguntar, para poderles dar una respuesta y si no se las puedo dar, pues invitarlos que junto conmigo investiguemos acerca de los que se busca.

Una de las habilidades más importantes es controlar el grupo, puedo decir que hubo momentos en que no logre controlarlo, pero hubo otros que no porque los niños acababan de entrar del recreo.

Debemos saber que la evaluación es un proceso sistemático y permanente, que aporta información valiosa para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. “El cambio de imagen de la evaluación debe ser la consecuencia de un cambio real de contenido y funcionalidad” casanova con la que se aplica, ya que debemos comprender que la evaluación se realiza en distintos momentos y con propósitos específicos, y que su uso no se reduce solamente a la asignación de calificaciones sino a la valoración de los procesos y productos de manera subjetiva.

Toda actividad educativa realizada debe ser evaluada porque si no se hace es un barco a la deriva. Con la evaluación, se cierra el círculo del proceso enseñanza-aprendizaje, volviendo a su punto de partida, que son los propósitos o aprendizajes esperados.

Cuando no se evalúan las actividades educativas no se podrá saber si estos objetivos fueron logrados o pueden ser logrados en un futuro, y el esfuerzo, la dedicación y la ciencia del docente se verán menospreciados, por más sinceros y auténticos que fueren sus sentimientos de solidaridad y de humanismo.

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