El Coaching
Enviado por rosmelyblanco • 10 de Julio de 2013 • 2.793 Palabras (12 Páginas) • 241 Visitas
¿Qué es el Coaching, cual es el objetivo, el punto central, la esencia?
Ayudar a otros seres humanos a conseguir su objetivo primordial, más allá de cualquier otro: ser feliz. Cuando alguien vive satisfecho y está contento, se ha demostrado que disfruta más de cualquier cosa que haga y que la hace mucho mejor. Esa mayor satisfacción va acompañada también -“irremediablemente”- de mayor efectividad.
Creo que fue Alex Rovira quien dijo que “la espiritualidad se había puesto traje y corbata, y se había colado en las empresas llamándose coaching”. Quizá el Coaching sea la “espiritualidad” del Siglo XXI. (Aunque lo ponga entre comillas, creo que buscarle y darle a la vida el sentido que sea, -el que pueda tener para cada uno- es espiritualidad por definición).
¿Se trata de entrenar, el qué?
Se trata de entrenarse para el deporte de la vida. Apuntarse a lo que más nos gusta y ganar siempre nuestra partida. Ganar en calidad de vida, en aprovechamiento de recursos propios, en crecimiento, en disfrute... Obtener éxito desde el entorno del éxito, experimentando que hoy es el único día que existe y que, hagamos lo que hagamos mañana, lo más “humanamente sensato” es aprovechar el presente, y de la mejor manera posible. Ese “aprovechamiento” considero que ya contiene el éxito en sí mismo. También es un entrenamiento de la propia toma de conciencia.
El coaching es relativamente joven en España, pero viejo en la historia. ¿Cuáles son los antecedentes históricos?
Coaching es el nombre moderno que le estamos dando al método socrático o Mayeútica, unido al descubrimiento de valores que siempre han sido patrimonio de la Humanidad. Eso entendemos que es el verdadero coaching. El mundo necesitaba volver a hacerse preguntas, darle espacio y relevancia al valor del individuo como tal, al respeto por la identidad única y fascinante de cada persona. Necesitábamos saber que la mejor pregunta obtiene siempre la mejor respuesta, y creemos que la mejor pregunta se inspira en el “espacio” o paradigma que sostiene que es el otro -y solamente el otro- quien tiene las mejores respuestas para sus asuntos. El coaching tiene mucho que ver con la fuerza de la confianza en el ser humano.
¿Por qué últimamente el coaching es tan popular; tan efectivo es? ¿Qué hace: convence, persuade, conecta…?
El Coaching es la mejor inversión para cualquiera, tanto dentro como fuera de la empresa. ¿Te imaginas obtener en un par de meses eso que siempre has querido alcanzar, y disfrutar en cada paso del camino? ¿Te imaginas que descubras cosas -muchas cosas- que son importantes para ti, que siempre lo han sido, y que podrías haber tardado años en descubrir sin ayuda? Honestamente, muchos de quienes lo prueban afirman que no tiene precio.
Lo que entendemos por verdadero coaching es único y diferente a todo, y tiene el respaldo de unos estudios de mercado espectaculares. Hablamos, por ejemplo, de un retorno del 600% de la inversión, y de que el 100% de los empresarios que han aplicado Coaching en su empresa, afirman rotundamente que el coaching ha mejorado la comunicación entre sus empleados.
Por otro lado, aunque el Coaching Personal está menos extendido que el Coaching Empresarial, cada vez son más los que deciden contratar a un coach porque han oído los resultados que han obtenido otras personas de su entorno. Nos contratan para escribir el libro que llevan años diciendo que quieren escribir, para tomar una decisión, para adaptarse mejor a un puesto de trabajo, para encontrar otro mejor y que les llene más; para superar una de las muchas crisis -importantes momentos de la vida- (divorcios, retos, enfermedad, traslados, cambios de todo tipo...) que los seres humanos antes vivíamos a duras penas, y sin el justificado apoyo que significa tener a nuestro lado a un profesional, en lugar de sentirnos “solos ante el peligro”. Un coach es alguien que no nos juzga, alguien que nos respeta de verdad, tal como somos, y que nos ayuda a encontrar soluciones y a extraer nuestra “mejor versión” en los momentos en que más lo necesitamos.
Se habla de Coaching estratégico, transformacional, ontológico, transpersonal, zencoaching…¿Por qué le han salido tanto apellidos?
Qué buena pregunta... La verdad es que no sé muy bien por qué hay tantos, pero puedo hablar de mi propia experiencia como precursora del Coaching Transpersonal. Me imagino que es la necesidad de darle un enfoque propio, una “dirección” a este método socrático rescatado y modernizado. Hay muchas formas de preguntar y muchas razones para hacerlo. Hay muchas maneras de ayudar a otro descubrir a su “contrincante interno”, y muchas razones para querer que extraiga lo mejor de sí. Cualquier “apellido” que realmente ofrezca Coaching con el fin principal de ayudar, y lo haga con respeto, honestidad, profesionalidad y efectividad, me parece válido y loable.
¿Qué destacarías de vuestro trabajo, qué lo hace diferente al de los demás?
Creo que en Coaching Madrid nos caracterizamos por lo mucho que nos gusta la gente, y que se nota lo mucho que disfrutamos de lo que hacemos; vivimos la profesión del Coaching con verdadero entusiasmo, vocación y entrega. Inevitablemente, eso se transmite siempre y las personas lo captan; esto hace que el Coaching sea más rico, interesante y divertido. Creo que estas tres cualidades son claves fundamentales del éxito en cualquier proceso de Coaching.
Nos caracteriza también quiénes somos y lo que hemos aprendido, en múltiples aspectos. Las personas interesadas en la propia búsqueda, en el propio crecimiento y desarrollo, como es natural, aportan a la formación y al ejercicio del Coaching su propio bagaje personal, intelectual y profesional.
Tus cursos y talleres de estudio tienen un componente muy alto transpersonal, y además en Coaching Madrid tenéis un Código Ético, ¿por qué?
Entiendo el Coaching como una filosofía de vida, y nuestro método integra y armoniza todos los aspectos vitales de una forma sencilla y natural. Va a lo esencial. La persona es un todo que vibra en interacción, y nuestra Escuela no se conforma con que el cliente (o coachee) alcance un objetivo en particular; nuestro objetivo final va siempre más allá. Queremos que realmente sea más feliz y que, por el camino, vaya hallando el sentido que pudiera faltarle a su vida. Para eso y por eso trabajamos. Cuando se trabaja así, es muy fácil mantener la atención totalmente enfocada en el otro; escuchar no sólo es sencillo, sino que es un deleite. La atención completa te ofrece una experiencia viva de quién es el otro. Es como escucharle poniendo en ello todo tu ser; a veces parece que te “fundes” con la otra persona. De alguna manera es una “meditación activa”.
Practico meditación
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