El Comportamiento Del Consumidor Panameño

El Comportamiento del Consumidor Panameño

No es una novedad para nosotros los panameños que el costo de la canasta básica ha venido siendo un tema de gran importancia nacional. A diario en todos los medios de comunicación se anuncia el aumento de los precios, por ejemplo el precio del arroz, el de la papa, el del maíz, etc.

Mi opinión es que nosotros los consumidores estamos sintiendo una reducción en nuestro poder adquisitivo, pero, ¿de qué hablamos cuando mencionamos esto? ¿Qué es lo que nosotros como panameños en un promedio vamos a dejar de consumir? Mejor dicho: ¿Cómo estamos haciendo uso de nuestros ingresos? ¿Estamos haciendo un uso apropiado?

En este primer punto nos hemos encaminado a opinar precisamente esto; ¿Cuánto del ingreso promedio está siendo destinado a gastos banales?

La producción de bebidas alcohólicas no se ha detenido desde hace ya bastante tiempo. La producción de licor durante el 2010 fue de casi 223 millones de litros y el año siguiente vivió un aumento de 14 millones de litros, sin contar diciembre. ¿Qué significa esto? El consumo per cápita de licor es de casi 6,8 litros de alcohol puro, lo que coloca al país en el mayor consumidor per cápita de estas bebidas en Centroamérica y uno de los mayores en América latina de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Un comportamiento similar lo podemos encontrar en los juegos de azar: En el año 2010 se apostaron aproximadamente 500 millones de dólares en casinos y salas de juego de todo el país. Comparándolo con hace diez años las apuestas casi se han duplicado (en el año 2000 se dedicaron aproximadamente 350 millones de dólares).

Según cálculos e informes de diarios, el adulto panameño gastó en el 2011 en juegos de azar (sin contabilizar juegos clandestinos, chinguia, casa grande, peleas de gallo y otros) alrededor de $2,015.00, de acuerdo con Contraloría General de la República.

Las consecuencias sociales son tales que se ha estimado que el 2% de la población panameña padece de ludopatía (adicción al juego).

Por otro lado tenemos que el alcance de la telefonía celular en Panamá es total. Cifras de la Autoridad de Servicios Públicos (ASEP), revelan que hasta marzo, en el país hay más celulares que habitantes (al cierre del año 2010 se contabilizaron 6.4 millones de celulares activos). El consumismo es tan grande que hay personas que gastan más en tarjetas celulares que en comida. De hecho, según un estudio de la consultora Dichter and Neira, el panameño prefiere comprar una tarjeta telefónica que adquirir una libra de arroz, obtener una bandeja de cerdo o beber unas latas de cerveza.

Todo esto es un comportamiento altamente criticable, que tristemente los gobiernos y la sociedad ignoran. Lo preocupante no es tanto el aumento de la canasta básica,

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