El Converso.
Enviado por gonzalo4444 • 30 de Septiembre de 2016 • Apuntes • 10.787 Palabras (44 Páginas) • 268 Visitas
El Converso
Capítulo 6
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ATENCIÓN: Esta historia toma lugar en el mundo virtual World of Warcarft, marca registrada de Blizzard Entertainment. Incluye entidades de éste mundo y sus personajes se desenvuelven en base a las leyes que rigen el mismo. Sólo algunos nombres y la serie de eventos describidos en la historia son invención propia.
Escritor: Gran Señor de la Guerra Somon. WoW Rean – Thalassa.
Editor: Zert de Orgrimmar. WoW Rean – Thalassa.
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Es una obscura noche con una espesa niebla que humedece la ropa con sólo dar dos pasos en ella, bajo las sombras se desliza una silueta entre las casas sin ser alcanzada por la tenue luz de los candelabros, silenciosa y veloz, para ir a detenerse frente a la puerta de la taberna, el hombre entra desapercibido y se sienta en el rincón más alejado de la barra, el encapuchado pide una cerveza mientras observa a su alrededor con cautela para detectar algún posible peligro, cuando parece estar conforme baja la vista a su cerveza, concentrándose en una conversación cercana.
- Maldita sea, esos piratas están cobrando demasiado caro el pasaje para ir a Stormwind.
- Sí, desgraciados se aprovechan de la gente que quiere huir de la plaga cobrándonos usureramente.
- Pensé que el Rey de Stormwind enviaría al menos unos cuantos navíos a buscar sobrevivientes pero no he visto un solo barco con el estandarte del león.
- Seguramente tiene los pantalones sucios con mierda del miedo de que su ciudad se vea alcanzada por la plaga.
- Por eso estos piratas se aprovechan de hacerse ricos, ahora que Lordaeron cayó junto a su ejército pueden hacer lo que quieran, esto se convirtió en tierra de nadie.
- Se convirtió en tierra de muertos, querrás decir.
- ¿Crees que podamos colarnos para ir de polizontes?
- Lo veo difícil, de por si el barco irá atestado a más no poder.
De pronto la puerta de la taberna se abre de par en par haciendo un fuerte ruido que atrae las miradas de los que ahí se encontraban.
-- Mi nombre es Gran Almirante Velasangre Lucas Highig, como sabrán llevamos un par de semanas aquí en Costasur prestando servicios de transporte a la comunidad, claro por un módico y muy considerado precio y saldremos mañana con marea alta, por un pequeño percance cinco miembros de nuestra tripulación conocieron un final prematuro, normalmente no me importaría una mierda pero los necesitamos para un viaje tan largo como éste, así que señores les vengo a ofrecer la oportunidad de sus vidas, estamos buscando nuevos reclutas con un espíritu aventurero y sin miedo a la muerte, ¡así es! cinco almas que quieran abandonar esta tierra llena de muerte y caos, para ir en busca de tesoros…. ¿qué dicen?
Cuando el barbudo y greñudo hombre termino de hablar todos los presentes excepto uno se abalanzaron a él rogando por ser elegidos. Mientras el alto pirata se reía y acariciaba su barba, los dos hombres a su costado mantenían las manos acariciando la empuñadura de sus sables, para acabar con cualquiera que intentase algo más que rogar por una oportunidad. De pronto el pirata se fija en el único hombre que se quedó sentado, aquel que bebía en el fondo del salón con la capucha aún puesta. De su cinto el hombre saca una pequeña hacha de mango corto y se la arroja al joven encapuchado quien sin voltearse suavemente la esquiva para que se vaya a clavar en una viga.
-- Eh tú mocoso de mierda como te atreves a ignorarme, a un gran hombre como yo nadie lo ignora, ¡¿me oyes perra?!
Abriendo paso entre la suplicante muchedumbre, se abalanza sobre el joven en el rincón de la taberna, corriendo desenfunda el sable para dar un golpe que intenta partir al encapuchado por la mitad, éste se balancea hacia atrás con su jarra en la mano sin dejar de beber, cuando el sable se retira para tomar forma de estocada al pecho el encapuchado deja la jarra en la mesa mientras que lleva la otra mano a su cinto para ir a sacar una pequeña y fina hoja, con un suave movimiento de su bota interfiere el paso del pie de apoyo del pirata haciéndolo tambalear y dejando desprotegido su cuello, con un movimiento de su muñeca el joven apoya el filo de la hoja sobre la piel de la garganta, en tanto los dos piratas se abalanzan sobre el con los sables listos para cortarle la cabeza.
-- ¡Alto muchachos!, alto. – Incorporándose mientras se frota el cuello en la zona donde el filo de la hoja dejo un pequeño corte con el consecuente hilo de sangre. – Buenos movimientos bastardo.
- Jefe ¿lo matamos?
- No, no me quería matar, sino ya tendría la garganta rebanada.
- ¿Qué hacemos con él entonces?
-- Pues salúdenlo, él es su nuevo camarada, para qué queremos cinco de estos vagos y campesinos, morirán con el primer Naga que nos topemos, no son más que mierda, en cambio éste, matará a muchos por nosotros. Sacad a todas estas lacras de aquí, quiero beber tranquilo sin que laman mi culo.
El hasta entonces mudo encapuchado pide otra cerveza, mientras el pirata se sienta a su lado.
- No voy a servirte.
- No te lo estoy pidiendo, si no lo haces te mato y si huyes mato a tu familia.
- Suerte con eso, no tengo familia a la que puedas matar.
- Bueno en estos días eso es muy común, creo que tendré que cambiar mi amenaza. En todo caso supongo que como todos quieres salir de esta tierra llena de muerte, y sólo existe una salida: mi barco. Además dudo de que tengas siquiera una moneda de cobre así que ni en sueños te alcanza para pagar el pasaje.
El joven vuelve a bajar la cabeza para seguir bebiendo de su cerveza.
- Supongo que sabes que hace un rato sólo te estaba probando, así que no me apartes la vista, me gustan tus habilidades pero si me sigues tocando la moral te mataré ahora mismo.
- Ya te dije lo que te tenía que decir, ahora déjame beber tranquilo de una puta vez.
- Elige: o te vienes con nosotros por las buenas y te ganas un sueldo además de un pasaje lejos de la mierda o te vienes por la mala apaleado y con el culo roto porque mis hombres son algo desviados y apuesto que tienes un culo blanco muy bonito que les va a gustar.
- Eso tendríamos que verlo, mataré a la mitad de tu tripulación antes de que puedas darme un sólo golpe.
- No te creas tanto, eres un buen asesino, se nota, pero no eres ni por lejos el mejor. Oye Cacatúa llama a Lombriz, dile que tiene que enseñarle modales a un mocoso, lo quiero para ayer muévete.
- Verás, apostemos: si le ganas a Lombriz no te fastidiaré más, pero si él te gana te vienes con nosotros.
- Si con eso te callas de una vez acepto.
Por la puerta de la taberna entra una criatura verde, muy pequeña, con una gran nariz y ojos saltones, pies grandes y una piel color verde pantano repleta de oscuros pelos negros.
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