El Desarrollo De Las Actitudes Del Psicomotricista

El desarrollo de las actitudes terapéuticas del Psicomotricista.

Se puede destacar que la Psicomotricidad es un servicio auténticamente humano, ya que el terapeuta debe brindar la expresión de lo mejor de sí mismo en servicio del otro.

El Psicomotricista es alguien a quien otro ser humano invoca como un auxiliar necesario pero transitorio, en un momento difícil de su vida; Por lo tanto el terapeuta tiene como meta ser el mismo en lo que hace durante la sesión, y un elemento clave aquí son las actitudes, características singulares que se desarrollan a través de técnicas o recursos, las cuales garantizaran la realidad de un proceso paciente-terapeuta.

Estas actitudes de las que hablamos, esencialmente “condiciones” son las que permitirán percibir al paciente como una persona con las capacidades adecuadas para la actualización de las mismas, pero el paciente también deberá reconocer en su terapeuta la presencia real de estas actitudes, de lo contrario el proceso psicomotriz no tendrá lugar alguno.

Estas “condiciones de actitud” implican la tendencia constante de un Psicomotricista a reaccionar con:

Congruencia:

“Hombre integro que se destaca por la coherencia entre lo que piensa, siente, dice y habla. Sentido de integridad y unidad.”

Esta congruencia adecuándola al Psicomotricista podría entenderse como una armonía entre la experiencia vivencial, su representación mental y eventualmente su expresión, sea verbal o no verbal.

El Psicomotricista en su congruencia no será alguien que se escuda en su rol, ni en ser un personaje, sino simplemente la persona que está allí para el otro que lo solicita como ayuda. Esto presupone coraje, seguridad interior, aceptación de los propios límites y falencias; cabe destacar que a estas actitudes no las encontramos en libros, ni en teorías y no las desarrollamos por otro medio más que por la vivencia propia, que en nuestros casos tienen lugar en la Formación Corporal personal; en la construcción de nuestra profesión.

Aceptación Positiva Incondicional.

Es estar abierto al otro sin ponerle condiciones de aceptabilidad. Es una aceptación genuina del otro como se presente y en sí mismo; que renuncia a juzgar poseer o someter al otro.

Por medio de la congruencia el Psicomotricista tendrá la libertad y seguridad necesarias para asumir una actitud no evaluativa del otro.

Toda persona necesita y desea sentirse aceptado, tratado como persona valiosa por el simple hecho de serlo; los pacientes llegan a consulta con un sentimiento de angustia e inseguridad que lo auto desvaloriza. Entonces hallarse ante un Psicomotricista lleno de aceptación, que no juzga, ni opina sobre su drama y su persona, será una experiencia bastante excepcional y tal actividad será la que permita al paciente ir ganando progresivamente en libertad y autoestima. Podrá confiar en sí mismo y su experiencia,

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