El Discurso del Método (Rene Descartes)

El Discurso del Método (Rene Descartes)

Conclusión de la Primera Parte

Descartes habla de su decepción hacia las materias que estudiaba ya que no satisfacían su sed de conocimiento, dijo que se debe desconfiar sobre los amigos que nos apoyan. Le gustan las matemáticas por ser certeras; además de que sirven para cualquier ámbito de la vida

Para él la elocuencia y la poesía son dotes del ingenio y no del estudio. Adoraba a Dios y decía que para conocer toda la verdad había que ser más que un hombre. La filosofía es cuestión de disputa y de discusión, se seguían por lo que eran más verosímiles, y las otras ciencias al tomar sus principios de esta, tampoco podían ser muy correctas.

Decidió abandonar sus estudios y dedicarse a viajar, conocer nuevas culturas y poder distinguir lo verdadero de lo falso. Concluye diciendo que se siente más a gusto que si no hubiera abandonado su tierra y su cultura.

Conclusión de la Segunda Parte

En esta parte utilizando como ejemplo la distribución de las ciudades habla de geometría, lo que un grupo de personas haga no será tan bueno como lo que una sola persona haga libremente.

Para él es mejor ir despacio para poder predecir errores y así evitarlos. No todos los que piensan de modo distinto son gente de poca cultura.

El método que utiliza aquí es la duda para poder conseguir la certeza. La primera regla descrita es evitar creer algo a menos que no pudiese ponerse en duda. La segunda es dividir los problemas en tantas partes fuese posible para su análisis y posterior síntesis. La última regla es hacer un recuento general para estar seguro de no omitir nada.

Con este método se hacía más fácil la resolución de problemas

Conclusión de la Tercera Parte

La tercera parte del Discurso del método contiene las denominadas máximas de la moral provisional. Implica que mientras que no se alcance la verdad se deben imponer normas provisionales. Aceptar las opiniones verosímiles, hasta que no se demuestren como falsas, adaptarse al lugar en el que estamos y no tratar de adaptarlo a nosotros, no desechar lo anteriormente aprendido ya que puede servir de base para aumentar el conocimiento.

Conclusión de la Cuarta Parte

Rechazar todo lo que sea dudoso, debate sobre la fiabilidad de los sentidos. “Yo pienso, luego soy” con esto quiere decir que el hombre es una cosa pensante, y el pensamiento es lo único indudable, es el punto de partida. Dios es el que ha puesto en nuestro pensamiento la idea de perfección (sin la cual el hombre no podría tener idea de su imperfección).

Si lo que expone sobre la existencia de Dios no es cierto, el tener un cuerpo es aún menos cierto. Si el mundo no existiese, Dios nos estaría engañando, pero  el engaño y la falsedad son imperfecciones, y no pueden ser tenerlos un ser perfecto.

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