El Diseño Instruccional Y La Planificación

El diseño instruccional y la planificación

Por Lcda. Kira Fuentes

Desde sus orígenes, el hombre se ha esforzado por aprender y, además, se ha interesado en saber cómo se aprende, por qué y qué procesos ocurren interna y externamente cuando se aprende, así como ha intentado mejorar cada vez más las técnicas y estrategias usadas en el aprendizaje; todo esto con la intención de progresar y avanzar en todos los aspectos de su vida: personal, familiar, social, académico, etc.

Diversas teorías ayudan a comprender, predecir y controlar el comportamiento humano y tratan de explicar cómo los sujetos acceden al conocimiento. Su objeto de estudio se centra en la adquisición de destrezas y habilidades, en el razonamiento y en la adquisición de conceptos.

Figueredo (2011) señala que la “teoría del condicionamiento clásico de Pávlov: explica cómo los estímulos simultáneos llegan a evocar respuestas semejantes. La teoría del condicionamiento instrumental u operante de Skinner describe cómo los refuerzos forman y mantienen un comportamiento determinado. Albert Bandura describe las condiciones en que se aprende a imitar modelos. La teoría psicogenética de Piaget aborda la forma en que los sujetos construyen el conocimiento teniendo en cuenta el desarrollo cognitivo. La teoría del procesamiento de la información se emplea a su vez para comprender cómo se resuelven problemas utilizando analogías y metáforas”.

Dos grandes teorías se han llevado a la práctica pedagógica: conductivismo y constructivismo. La primera es tradicional y rígida; ha sido usada durante muchos años en la práctica educativa, la segunda, por su parte, ha ido ganando cada vez más terreno, ya que flexibiliza el proceso de enseñanza y de aprendizaje e integra a docentes y estudiantes en el proceso educativo, haciéndolo más participativo y dinámico.

Ahora bien, un elemento fundamental en el proceso de enseñanza y de aprendizaje es el diseño instruccional, el cual ha ido evolucionando para adaptarse a los cambios. Vera (2010) lo define como “un proceso sistemático, planificado y estructurado, que se apoya en una orientación psicopedagógica adecuada a las necesidades de aprendizaje de los estudiantes y que guarda coherencia con un modelo educativo dado”. Por tanto, este proceso responde a las necesidades institucionales en cuanto al modelo de formación que se pretende alcanzar, por lo que el diseño instruccional puede ser tan variado como necesidades educativas haya.

Una premisa fundamental en la teoría del diseño instruccional es que “los individuos actúan sobre la base de sus creencias, actitudes y los deseos de alcanzar ciertas metas, y no precisamente por estímulos”. Los sentimientos, las percepciones y la motivación interna es lo más importante en la vida del ser humano. “La teoría de la clave del procesamiento de la información es clave en el modelo cognitivo que pretende explicar cómo aprende el ser humano y cómo almacena lo que aprende teniendo como analogía a la computadora”.

El diseño instruccional puede ser considerado tanto un arte como una ciencia, pues se trata de conjugar un ambiente instruccional y los materiales, claros y efectivos, que ayuden a los estudiantes a desarrollar sus capacidades para lograr metas.

Inicialmente, el término diseño instruccional se aplicó a procesos de capacitación y adiestramiento desde una perspectiva conductista. Esto hace que actualmente, en muchos casos, sea concebido como “una práctica técnico–instrumentalista de planeación y control del curso”.

En la práctica educativa, son muchas las ideas, opiniones y criterios que se han dado sobre el diseño instruccional. Para algunos, es una obligación técnica, un mero requisito exigido por las instituciones para “llevar un control”. En muchos casos, los docentes realizan sus planificaciones anuales, mensuales y diarias y las entregan en el lugar correspondiente en la institución, pero realmente no ejecutan, como debieran, la planificación. Muchos docentes ven el diseño instruccional y la planificación como algo rígido, cerrado y hasta fastidioso.

Al verlo desde punto de vista, se transforma en una limitante que no deja mucho espacio para la creatividad y la innovación en el aula. Sin embargo, si se entiende como el proceso en el que el docente planea sus estrategias educativas, toma previsiones, incorpora innovaciones, hace seguimiento puntual a sus acciones y ajustes en la práctica a partir de los resultados logrados, el diseño instruccional se convierte en una oportunidad para la mejora continua, pues permite evaluar constantemente

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