El Dolor De Cuello

El dolor del cuello

Daniel Hernández Vaquero

Profesor Titular de Traumatología de la Facultad de Medicina de Oviedo y Jefe del Servicio de Traumatología y Ortopedia del Hospital San Agustín de Avilés

Una de las consultas más frecuentes que se hacen al Traumatólogo es el dolor del cuello. Aunque puede aparecer a partir de los 30 años, lo común es que se presente en personas a partir de los 45 o 50 años, de vida sedentaria y sobre todo con trabajos de oficina. Normalmente comienza siendo una molestia en la nuca que se traslada hacia la parte posterior de la cabeza y ambos hombros y que desaparece al cambiar de postura o al acostarse. Con el paso del tiempo el dolor es más intenso, existe una limitación para los movimientos del cuello y el dolor se traslada hacia los brazos y manos, apareciendo también hormigueos o pérdida de fuerza. Igualmente es frecuente que se presenten crujidos al mover el cuello hacia los lados y mareos relacionados con el movimiento del cuello.

El dolor cervical comienza siendo de causa muscular y por ello aparece en personas que tienen que estar mucho tiempo en posiciones fijas con la cabeza. Antes era una enfermedad común en las modistas, planchadoras o incluso amas de casa que permanecían largos periodos de tiempo cosiendo o bordando, pero hoy es más frecuente en las personas que realizan trabajos de oficina y sobre todo con ordenadores. Al pasar el tiempo y si no se han tomado las medidas adecuadas, aparece una artrosis cervical, en cuyo momento los síntomas no sólo dependen de los músculos sino también del hueso. Ya en esta situación el dolor puede ser continuo, no disminuye con el reposo, el paciente no puede mover adecuadamente el cuello y tiene dificultades para conducir vehículos o realizar actividades laborales.

Como sucede casi siempre el mejor tratamiento es la prevención. Buscar una posición cómoda en el trabajo, teniendo la cabeza apoyada en una silla con respaldo alto, descansar periodicamente cambiando de postura, dormir con una almohada baja y realizar ejercicios y deportes como la natación, son consejos fáciles de seguir y al alcance de todos. En trabajos donde sea obligatorio una posición prolongada o movimientos repetitivos con el cuello, deben proporcionarse asientos ergonómicos, o sea específicamente diseñados para esas profesiones. Para el dolor son útiles los masajes y la fisioterapia y pueden también necesitarse medicamentos que relajen la musculatura y quiten el dolor.

La aparición de una artrosis en el cuello no supone la suspensión de toda actividad, al contrario es necesario realizar ejercicios diarios para fomentar el movimiento del cuello y solo en casos muy dolorosos y siempre en periodos cortos de tiempo, puede utilizarse un collarín.

La posición vertical que ha adoptado el hombre a lo largo de la evolución de la especie tiene sus inconvenientes y uno de ellos es la frecuente aparición de

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