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El Don Personal de la Empresa Sana


Enviado por   •  10 de Marzo de 2016  •  Resumen  •  2.822 Palabras (12 Páginas)  •  621 Visitas

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Vicerrectoría de estudios de Postgrado

MAESTRIA EN GERENCIA Y PRODUCTIVIDAD

Nombre de la materia

ECONOMIA PARA GERENTES FINANCIEROS

TEMA:

EL DON PERSONAL EN LAS EMPRESAS SANAS

PRESENTADO POR:

YUMIRIS URIBE

……   Matricula

2003-2495

NO. 3

Santo Domingo, D. N. 12 febrero 2016

Resumen del capitulo 3

El Don Personal en las Empresas Sanas: La racionalidad limitada, valores inconmensurables y agencia económica.

Si nos basamos en la idea de Herbet Simon con relación a la satisfacción y desarrollamos un acuerdo con algunas de las teorías axiológicas dentro de la ley natural neoclásica,  este artículo es firme sosteniendo cualquier intento de proceder razonablemente ante cualquier aventura empresarial, guiado por la racionalidad, la cual es un tanto limitada.

Dicha racionalidad entiende que los diversos valores finales de la aventura  con inconmensurables implicando lo siguiente: Las empresas necesitan no cerrarse a las promocionar su valor, como sus beneficios entre otros y La elección de apuntar a uno o más fines, para que sea un regalo personal (libre) que estéticamente es valioso.

Algunos de los problemas a nivel mundial permanecen sin solución debido a que continuamos  imitando e interpretando el capitalismo de forma estrecha. En tal sentido esto nos lleva a crear seres humanos unidimensionales que conlleva un desempeño de un empresario. Adicionalmente  aislamos de otras dimensiones vitales como son: Religión, Emoción, Política y Profesional.

El empresario debe tener una misión importante en su trayecto, y esta debe ser el maximizar sus beneficios.  Cabe destacar que las cosas no van mal porque falle el mercado, el problema radica en lo siguiente: Es un fallo de conceptualización, es decir, es el fallo de la teoría respecto a la esencia del ser humano.

Existe una teoría que extiende  directrices sobre la correcta toma de decisiones, es el análisis económico  el cual afirma que la acción correcta es colocar de manera abismal las funciones de un valor último dado; puede ser riqueza y/o dinero. En tal sentido el análisis económico prescribe la optimización.

La optimización  como los criterios para discernir  los mejores medios a nivel práctico puede prever las posibles consecuencias de una acción, donde hay que tener en cuenta que se necesita tener todos los datos sobre contingencias y variables relevantes, ajustándolos a un acuerdo con proyectos.

Aunque las situaciones se pudieran tornar difíciles, debemos intentar saber cómo serán las cosas,  con la finalidad de observar de manera realista de que es capaz la racionalidad humana según Herbert Simón, pudiéndonos dar cuenta de que no tenemos esa competencia. No podemos ver bien el futuro.  Cabe destacar que Simón llama a nuestra racionalidad de la vida real, una “racionalidad limitada “admitamos que se debe a un fallo de conceptualización. En concreto, es el fallo de nuestra teoría respecto a la esencia del ser humano. Los seres humanos no son entidades unidimensionales sino apasionantemente multidimensionales y, por tanto, llenas de color.

La teoría que ofrece directrices sobre la correcta toma de decisiones es el análisis económico. El análisis económico afirma que la acción correcta es maximizar la función de un valor último dado, que puede ser el dinero o la riqueza.

Pero tanto la optimización como los criterios para discernir los mejores medios son problemáticos, en primer lugar, a nivel práctico. Para prever todas las posibles consecuencias de una acción se necesita tener todos los datos sobre contingencias y variables relevantes, y ajustarlos fielmente de acuerdo con los proyectos de cada uno. Esa clase de información no se obtiene fácilmente. Es bueno añadir que no debería satisfacerse solo a la riqueza. Más bien necesitamos satisfacer un “bien económico” o un “aspecto del cumplimiento humano”, en el que cada bien humano es únicamente una buena razón suficiente para elegir.

En el planteamiento de Simón, el hombre económico optimizador trataría de ser tan racional como pudiera, pero fracasaría porque no sería suficientemente agudo, es decir, quiere maximizar pero no puede. La otra alternativa viable, el satisfactor, es la única alternativa realista.

Existe un problema más básico con el hombre económico, y se debe al hecho de que existe otra limitación en nuestro intelecto. Incluso suponiendo que pudiéramos descubrir los medios para maximizar ese valor último, aún hay algo que la razón no puede hacer. Eso no concierne a los medios sino al fin o fines, a los valores últimos.  El concepto clave aquí es la inconmensurabilidad. Conmensurar es intentar encontrar algún tipo de base común con la que se pudiera comparar dos cosas o bienes. Y el punto clave  es que hay muchos bienes que no pueden conmensurarse por comparación.

Según el análisis económico, el agente económico debería aspirar a maximizar un último fin final o valor, y en teoría todos los bienes podrían describirse como un conjunto de ciertas unidades de ese valor final. Pero en esa visión hay dos errores. El primero es el resultado de falsas asunciones concernientes a la singularidad de los valores; la segunda es el resultado de falsas asunciones acerca del modo en que los valores finales pueden medirse y compararse, esto es, conmensurarse. Existe una pluralidad de bienes humanos, y no sólo uno, que constituyen valores finales únicos que merezca la pena buscar por sí mismos. Esos valores finales únicos no pueden conmensurarse ni medirse, lo que excluye todo tipo de juicios teoréticos acerca de que un valor final es más o menos valioso que otro valor final. Estas dos objeciones contra el análisis económico fueron formuladas por el teórico social y moral John Finnis.

  • Pero en esa visión hay dos errores: El primero es el resultado de falsas asunciones concernientes a la singularidad de los valores y La segunda es el resultado de falsas asunciones acerca del modo en que los valores finales pueden medirse y compararse, esto es, conmensurarse.

La objeción al planteamiento de la optimización económica como guía de la acción y la toma de decisiones, aparte de los problemas ya señalados por Herbert Simón, es que: Existe una pluralidad de bienes humanos, y solo uno constituye valores que merezca la pena buscar por sí mismos. Esos valores finales únicos no pueden los valores únicos pueden conmensurarse ni medirse, lo que excluye todo tipo de juicios teoréticos acerca de que un valor final es más o menos valioso que otro valor final.

En este punto pueden entenderse más fácil con una analogía, por ejemplo la de admitamos que se debe a un fallo de conceptualización. En concreto, es el fallo de nuestra teoría respecto. El análisis económico afirma que la acción correcta es maximizar la función de un valor último dado, que puede ser el dinero o la riqueza.

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