El Extranjero

En el extranjero se describe la carencia de valores del mundo contemporáneo. Meursaulten, el protagonista cae en aburrimiento, en la cotidianidad, se vuelve insensible, indiferente y hasta casi despiadado. Parecería que da lo mismo ser de una forma que de otra. Es un hombre sencillo cuya vida y felicidad se basan esencialmente en la rutina. La primera frase del libro ya altera su tranquilidad: Hoy, mamá ha muerto. Aunque ni siquiera este suceso parece alterarle demasiado, la muerte de su madre simplemente le parece algo molesto porque altera esa rutina que tanto le gusta y busca volver a ella cuanto antes.

El extranjero es un libro que hace reflexionar sobre muchas cosas, sobre el sentido que debemos darle a la vida. La costumbre no debe vencer al hombre, ninguna fuerza extraña debe dominarnos. Fuimos creados libres y con esa libertad debemos superar la cotidianidad, el absurdo, el sin sentido.

En lo personal esperaba que Meursaulten cambiara en algún momento su forma de ser, lo espere cuando María le demostraba su amor, lo llegue a esperar durante el juicio, un tanto sorprendido por las emociones que su madre desarrolló aun en su vejez estando en un asilo.

Y aun antes de pagar su condena, mostro indiferencia diciendo que no “había cosa más importante que una ejecución capital, que era aún la única cosa realmente interesante para un hombre”, el recuerdo de María, “muerta, no me interesaba más”, la religión, “Dios es una cuestión sin importancia”

Desde un principio no le interesaba mucho cambiar, deseaba siempre encontrar una nueva rutina en cada cambio que su vida tomara.

Cuando Meursaulten comete el crimen, quizá llega a ser consciente de su acto, pero, no se sintió moralmente culpable ni le importaba haber matado a un hombre. Lo que más le importa es que se había alterado su vida cotidiana. Incluso estando en la cárcel, no se siente demasiado mal porque ha encontrado una nueva rutina.

Y ¿Cuántas veces no nos pasa esto? ¿Cuántas personas no buscamos una rutina en las cosas que hacemos? Hasta cuando las personas deciden ir a vacacionar forman una rutina de lo que harán, y si en algún momento regresan a vacacionar a ese lugar tomaran la misma rutina.

Las personas siempre queremos tomar todos los cambios y momentos de nuestra vida para mantenerlos dentro de nuestro mundo de confort, queremos tener todo controlado y a nuestro alcance. No nos damos cuenta que con este tipo de actitudes, nos apartamos nosotros y a las pocas personas con las que llegamos a convivir. Llega una nueva persona y la metemos dentro de nuestro mundo de confort, sin darnos cuenta que con esto nos estamos aislando de todo el demás mundo, no nos damos cuenta que fuera de todo “lo que es nuestro “hay más personas, hay más gente, hay mas cosas de las cuales formamos parte, llegamos a creer quizá inconscientemente que somos las únicas personas en el mundo, llegamos a sentir que por lo único que hay que preocuparse es por lo de ellos.

A muchas personas les da lo mismo si el agua está en escases lo único que les interesa es que ellas la disfruten mientras puedan, siendo inconscientes con las personas que se quedan y las que vendrán, piensan solo en ellos.

En el libro Meursaulten parece que ni en el piensa ya que ni siquiera sabe los sentimientos que debe de tener,

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