El Mercader De Venecia

El Mercader de Venecia

El mercader de Venecia en 1596, con la intolerancia hacia los judíos ya que se les obligaba a usar un gorro que les distinguiera, así como la prohibición de que tuvieran posesiones y riquezas, lo único que les era permitido era el ser usureros, aunque a pesar de ello no eran bien vistos. Un mercader recurre a un usurero, para hacer favor de prestar el dinero a un amigo suyo ya que este pretendía a una rica heredera, valiéndose de sus riquezas que estaban en ese momento en alta mar para pagar. El usurero pidió una libra de carne del mismo mercader como garantía si no se llegaba a pagar la suma en la fecha pactada, él accedió sin problemas ante tal garantía pedida. El amigo consigue la mano de su amada habiendo pasado la prueba requerida para poder ganarse el derecho de tomarla como su prometida. El problema surge cuando llega el rumor de que uno los barcos del mercader ha naufragado y esto imposibilitara el pago de su deuda, ante tal acontecimiento y no pudiendo cumplir el pago el usurero exige su pago con la garantía dada. Ante tal situación y ante la exigencia del usurero se comienza un juicio presidido por el Duque de Venecia, al cual asiste la rica heredera con la cual se comprometió el amigo del mercader y su criada, quienes disfrazadas de abogado y ayudante están dispuestas a defender al mercader. En el juicio se decide que el usurero puede cobrar su garantía, sin embargo la heredera especifica que nunca se dijo una palabra de derramar sangre, lo cual impide que se cobre, al descubrir la pequeña conspiración del usurero se le multa dividiendo sus bienes entre el mercader y el estado. Pero el mercader no acepta sus bienes a cambio pide que se vuelva cristiano y que su fortuna sea heredada a su hija a quien ha desheredado por casarse con un cristiano. Habiendo ganado el juicio el amigo y el mercader así como un tercer amigo regresan a Belmont con sus amadas descubren que fueron solo ellas quienes defendieron al mercader.

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