El Otro Yo

El Otro Yo

¿Cambiaria la forma de ser y se convirtiera en un actor de su propia vida por influencias de la sociedad?

Muchas personas son juzgadas por su forma de pensar, ya que la sociedad lo compara con un modelo de persona estándar como ejemplo a seguir.

Si analizamos los parámetros previos a una actitud o a un comportamiento del ser humano, podemos deducir que las personas que optan por juzgar, son aquellas que han sido inculcados por sus padres desde pequeños muchos modales por presentar una buena imagen o también tratar de fingir algún tipo de elegancia, mostrándose al mundo como personas totalmente cultas, a esto la mayoría de la sociedad la denomina como un ejemplo de ser humano a seguir. La mayoría de veces la influencia de la sociedad en los padres repercuta en la educación de modales y crianza de los hijos, de esta forma podemos decir que uno de los motivos para que exista el atributo de juzgar a un ser humano por otro es por influencia de padres en los hijos.

Existen circunstancias que se presentan y estas generan actitudes o reacciones en la parte emocional de la persona, estas reacciones puede que se presenten de diferente forma ya sea ocultando su verdadera personalidad o exaltándose y generando ira con el exterior a esto podemos decir que podría existir una inconformidad con la personalidad de este ser humano, la sociedad actual presenta por generaciones y según sea el país distintas formas de pensar pero siempre imponiendo parámetros de vida sin probar cosas distintas o en otras palabras cosas “vulgares”, la sociedad ya sea en el medio de personas adultas, o de personas adolecentes, incluso el ambiente social en los niños suele imponer, muchas veces riesgos, culturas, formas de pensar, creencias, o los mismos comportamientos establecidos, así cuando un humano rompe un esquema y piensa diferente como lo menciona Mario Benedetti en su cuento El otro yo.

“Para peor de males, el muchacho alcanzo a escuchar que comentaban:

”Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable”…”

Benedetti. M. El otro yo

Podemos llegar a la conclusión que muchas personas si cambian su forma de ser pero por miedo a un rechazo que pueda sufrir de parte de la sociedad y un miedo a la aceptación a la misma.

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