El Otro yo
Enviado por jfergua • 20 de Mayo de 2013 • Ensayo • 2.320 Palabras (10 Páginas) • 288 Visitas
El Otro yo
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacia
ruido cuando comía, se metía los dedos en la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando. Corriente en
todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente, se
emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse
incómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello. Armando no podía
ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies
y escondió la radio. En la radio estaba Mozart, pero la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que
ahora si se podría ser íntegramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Solo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa
vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso lo llenó de felicidad e inmediatamente estalló
en risotadas. Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el
muchacho alcanzo a escuchar que comentaban: “Pobre Armando. Y parecía tan fuerte, tan saludable”
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un
ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la
melancolía se la había llevado el Otro Yo.
LECTURA “El Otro Yo”
1. Este es un texto.
A. Argumentativo.
B. Expositivo
C. Narrativo.
D. Histórico.
2. La palabra “corriente” en el texto significa:
A. Que sucede con frecuencia.
B. Que sigue en movimiento.
C. Que fluye en una dirección determinada.
D. Que es común, regular, no extraordinario.
3. “En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehízo e insulto concienzudamente al
Otro Yo”. El significado más preciso de este fragmento en el contexto de la lectura es:
A. Desconcierto, coraje.
B. Desolación, reacción colérica.
C. Conmoción, rechazo consiente.
D. Perplejidad, repudio visceral.
4. El tema principal de este texto se podría expresar de la siguiente manera:
A. La exitosa búsqueda de la aceptación.
B. La falta de aceptación de la propia manera de ser.
C. La crítica al romanticismo excesivo en la vida humana.
D. La importancia de la percepción externa de la sociedad.
5. Se puede afirmar que Armando es:
A. Un empleado joven.
B. Un estudiante de secundaria.
C. Un empresario corriente.
D. Un desempleado.
6. El texto presenta una tensión entre:
A. La autoaceptación y la aceptación social.
B. La juventud y la adultez.
C. La vida y la muerte.
D. Lo cotidiano y lo extraordinario.
7. “Eso le lleno de felicidad (2)” la palabra “le” en el contexto de la lectura reemplaza:
A. A Mozart.
B. Al Otro Yo.
C. A risotada.
D. Ha Armando.
8. El no percatarse de la presencia de Armando por parte de sus amigos, se podría interpretar como:
A. La consecuencia del suicidio.
B. La pérdida de algo esencial.
C. La falta de cordura.
D. La pérdida de la salud.
9. Según el texto, el Otro Yo ( la sensibilidad del ser humano) le permite a Armando:
A. Leer historietas.
B. Roncar en la siesta.
C. Mentir cautelosamente.
D. Encender la radio.
10. Siguiendo la “corriente” del texto. El título alternativo más cercano al original sería:
A. El insoportable.
B. El que estuvo allí.
C. El incomprendido.
D. El que está ahí.
Alimentos ecológicos ¿Qué son?
Es evidente que la palabra ecología inunda nuestro vocabulario y no es difícil encontrar en el supermercado
decenas de productos ”bio”, provenientes de sistemas productivos ecológicos.
Es importante saber qué requisitos tienen que cumplir un alimento para ser considerado ecológico y que
normas regulan su etiquetado para que, a fin de cuentas, no nos den gato por liebre cuando vamos hacer las
compras.
En la Unión Europea existen tanto normas de producción como normas de etiquetado relativas a los alimentos
ecológicos. Recientemente se acaba de aprobar el nuevo símbolo que distinguirá unos productos y otros, la
llamada “eurohoja”. Etiqueta que será obligatoria para las frutas, verduras, y otros alimentos. “eco”
producidas dentro de la Unión y a la que se podrán añadir las distinciones específicas de cada región o
Comunidad Autónoma.
Pero solo algunos productos pasan el filtro ecológico. Para que tengan esta consideración deben basarse en
unas prácticas amables con el medio ambiente, que minimicen el impacto humano, y sean producidos de la
manera más natural. Para conseguirlo, los agricultores y ganaderos suelen seguir ciertas prácticas ecológicas
habituales, como la rotación de cultivos, la limitación del uso de pesticidas sintéticos y antibióticos para el
ganado, prohibición del uso de transgénicos, selección de especies vegetales y animales resistentes a
enfermedades y con adaptaciones regionales, la cría en espacios abiertos y el aprovechamiento de los
recursos cercanos a la zona de cultivo o cría.
Todo esto, como explican desde la Comisión Europea de Agricultura de manera sencilla se resume en que “la
agricultura ecológica es un sistema de producción agrícola que proporciona al consumidor de alimentos
frescos, sabrosos y auténticos al tiempo que respeta los ciclos vitales de los sistemas naturales”.
En economía existe la famosa ley de la oferta y la demanda, según la cual, a mayor demanda mayor oferta, y
viceversa, lo que simplemente explica la correlación entre el productor y el consumidor. Las estadísticas
muestran que cada vez más consumidores apuestan por los productos ecológicos a la hora de hacer sus
compras, buscando las etiquetas de certificación y encontrando cada vez más alimentos en los estantes de los
supermercados.
Según los estudios de la Unión europea, se estima que el mercado de los productos
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