El Papel Del Docente En El Siglo XXI Y Las Competencias Con Que Debe Contar
Enviado por Patito65 • 26 de Septiembre de 2011 • 3.120 Palabras (13 Páginas) • 1.099 Visitas
El papel del docente en el siglo XXI y las competencias con que debe contar.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” (Benjamín Franklin)
La intención de iniciar el presente ensayo con una de las famosas frases de Franklín tiene una razón de ser. En la actualidad y debido a las circunstancias a las que el ser humano se enfrente en su diario compartir han quedado atrás aquellos estilos de enseñanza en los que se interponía una barrera entre el educador y el educando, aquella situación en la que el educador era considerado el que todo lo sabía y el que se encargaba de “meternos” los conocimientos a como diera lugar.
Los tiempos actuales no nos permiten tal osadía, los alumnos del hoy, los que llegan a las aulas ávidos de aprender ya no permiten más el que se les considere seres estáticos que deben limitarse sólo a atender, escuchar y aprender; el último verbo nos lleva a indudablemente a propiciar un cambio ese cambio que en la frase introductoria se ve reflejado…sólo aprendemos cuando nos involucramos en lo que hacemos.
Hecho igual de importante es el nuevo concepto de educación que se imparte, México es un país que a lo largo de su historia ha adoptado corrientes educativas acorde al momento actual por el que atraviesa, acorde a las necesidades políticas, económicas y culturales que rigen la vida del país. Es así como en México llega a las épocas actuales y plantea una reforma no sólo en los contenidos curriculares que regirán los planes y programas sino también en la forma en que éstos deben ser abordados en las aulas escolares por los maestros, de quienes se espera un cambio actitudinal con miras a un máximo potencial de desarrollo de sus capacidades como profesionista y como ser humano consciente de la arcilla que se pone en sus manos para hacer de ella una gran obra de arte no sólo en conocimientos científicos sino también en el desarrollo de valores y actitudes.
Con lo anterior llegamos, como docentes, a la reforma curricular acorde a las necesidades sociales de México, texto que nos enfrenta a lo siguiente: cuando hablamos de la relación entre la educación y las necesidades sociales, nos estamos refiriendo necesariamente a un asunto complejo: el de la relevancia de la educación. Parte de su complejidad se expresa en el hecho de que, por un lado, los individuos tienen necesidades sociales, muchas de las cuales deben ser atendidas por el servicio educativo en el sentido de proporcionar las competencias para satisfacerlas. Pero por otro lado, la sociedad tiene necesidades (que también son necesidades sociales), algunas de las cuales son planteadas por función o como exigencia al servicio educativo.
El servicio educativo debe atender las necesidades sociales que le atañen del presente, pero también debe proporcionar los elementos para que las necesidades sociales del futuro, tanto del individuo como de la sociedad, tengan posibilidades de ser satisfechas.
Al establecer la relación entre educación y necesidades sociales nos estamos refiriendo a cuatro problemáticas, distintas entre ellas desde el punto de vista de sus implicaciones para las reformas educativas:
La satisfacción de necesidades sociales del alumno hoy.
Ofrecer en forma eficaz los elementos que permitirán satisfacer necesidades sociales del alumno en el futuro.
La satisfacción de necesidades sociales relacionadas con la educación de la sociedad hoy.
La contribución a la construcción de los requerimientos para la satisfacción de necesidades sociales de la sociedad en el futuro.
Cada uno de estos componentes del concepto de relevancia plantea un conjunto de retos con características diversas, a los procesos de reformas educativas, al comportamiento del maestro dentro del aula (y por tanto a su formación y Actualización), y a la organización de la escuela.
Podemos afirmar que no existe ninguna necesidad social del individuo –el que es hoy y el que será adulto mañana – que no ataña a la educación. Pero, ¿cuáles son las necesidades sociales del alumno hoy? ¿Qué le exigen al servicio educativo?
1. Comunicarse: la escuela está llamada a proporcionar esta competencia, y no es necesario enfatizar la importancia de la capacidad de leer, hablar correctamente y escribir, aunque es evidente que ello no agota la competencia de la comunicación.
2. Contar con elementos para entender al otro y a los otros: la escuela proporciona oportunidades para ser escuchado y para aprender a escuchar, así como para a prender a preguntar, proporciona elementos para entender y valorar la diversidad y para comprender que le respeto al otro es valor fundamental para toda convivencia.
3. Enfrentar problemas y resolverlos de manera individual pero, preferentemente, en equipo.
4. Desempeñarse de manera adecuada en un ambiente democrático, no sólo como una forma de gobierno, sino sobre todo como una forma de vida.
5. Valorarse a sí mismo: Sin este elemento, los anteriores pueden estar desarrollados y, sin embargo, no conducir a una convivencia provechosa, la escuela debe trabajar la autoestima de los alumnos.
Algunas de las funciones que la sociedad exige que cumpla el sistema educativo son explícitas, otras pueden descubrirse al analizar la cambiante problemática económica, política y cultural del mundo globalizado que nos ha tocado vivir y que seguramente va a acentuar sus características en el futuro cercano.
Para el cambio educativo del porvenir, los docentes deben no sólo renovar sus saberes constantemente, sino ser competentes para usar las tecnologías de la información y la comunicación. Actualmente, se requiere resignificar el rol del docente y la docencia en la sociedad.
Las transformaciones tecnológicas en el ámbito educativo han propiciado el desarrollo de la enseñanza virtual y han flexibilizado el aprendizaje, sobre todo, al otorgar mayor autonomía a las acciones de adquisición y aprovechamiento del saber. También han dado pauta a la emergencia de nuevas estrategias pedagógicas que recuperan la importancia (en el sentido antiguo o artesanal) del aprendizaje, redimensionando el peso específico del aprendizaje por sobre la enseñanza y su carácter significativo, individualizado a lo largo de la vida.
Este escenario plantea diversos desafíos para los profesores en el siglo XXI y vislumbra un problema mayor: la crisis de la profesión docente, que en América Latina profundiza la crisis de los sistemas educativos. Actualmente, se requiere resignificar el rol del docente y la docencia en la sociedad; construir un nuevo estatus y adscripción, para reconstruir su identidad a partir de su desempeño.
Por otra parte, para el cambio educativo del porvenir, los docentes deben no
...