El Pino Descontento

En un bosque lleno de hermosos arboles álamos, zapotes, cedros, robles, sauces, abetos y pinos vivía un pinito que todo el tiempo se quejaba

Pino: aaahhh si pudiera ser mas alto… si pudiera dar flores tan hermosas… o si diera ricos frutos….

Y asi se la pasaba quejando todo el dia…. Y hasta en la noche. Que no podía reconocer sus propios atributos.

Una noche en medio de la luz resplandeciente y cálida de la luna, mientras que el pino afligido por su condición soltaba gemidos al aire, se le apareció un Hada

HADA: amigo pinito que te sucede?

PINO: soy el árbol mas feo, todos los demás son hermosos, altos, dan flores o tienen frutos, pero yo… mirame mis ramas… mis hojas…. (lloró)

HADA: Tus lagrimas me conmueven, por eso no te preocupes por que te cumpliré un deseo

PINO : Quisiera ser alto y fuerte como el roble… no mejor tener flores… no, ya se quiero ser hermoso… quiero tener mis hojas de oro!!!!!!! Asi todos me van a querer

Por la mañana todos los arboles se quedaron admirados al ver que el pino resplandecía dorado que reflejaba los rayos del sol, todos alababan su belleza, y la noticia fue tan grande que llego a oídos de unos ladrones que por la noche le arrancaron las hojas sin lástima ni piedad hasta despojarlo de todas su bello resplandor.

PINO: no! Que ha pasado!!! Hay me duele! Estoy desnudo! Lloraba el pino… y asi se pasó todo el dia

Esa misma mañana todos perplejos miraban al pino maltratado, desgarrado y triste, de pronto el Hada se apareció y le dijo

HADA: ¿Qué te pasa Pinito? ¿Qué puedo hacer por ti?

PINO: (llorando) ya no quiero ser de oro, por que los ladrones vienen por las noches a robar mis hojas y quedo desgarrado. Mejor quiero ser de cristal, que es brillante como el oro pero no es tan codiciado.

Y asi el Hada le concedió el deseo, por la mañana todos los arboles miraban maravillados al pinito, que con los primeros rayos matutinos del sol, brillaba destacando de entre todos los demás.

PINO: Que hermoso soy , ahora si soy el mas admirado de todos los árboles del bosque.

Y asi todo el dia se la pasó presumiendo su hermosura, pero por la tarde pasó un fuerte viento que quebró todas sus ramas.

PINO: noooooo, otra vez nooooooo! Por que a mi!!!

Nuevamente, los desgarradores gemidos del pino trajeron prontamente la presencia del Hada

HADA: Y ahora ¿qué te ocurrió pinito?

PINO: otra vez me han lastimado, primero los ladrones y ahora el viento quebró mis ramas. Yo mejor quisiera ser como era antes que no despierte la codicia de los ladrones ni ser tan frágil que no soporte el sol, la lluvia o el viento.

A la mañana siguiente, todo el bosque estaba quieto. El pino quejoso en silencio miraba resignado como todos los árboles se regocijaban con la suave brisa del viento. Y solo resignado, triste y sin ilusiones…

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