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El Poder Adquisitivo En Mexico


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2012  •  2.242 Palabras (9 Páginas)  •  792 Visitas

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DEFINICIONES DE PODER ADQUISITIVO.

1.- El poder adquisitivo está determinado por la cantidad de bienes y servicios que pueden ser comprados con una suma específica de dinero dados los precios de estos bienes y servicios. Así, cuanto mayor sea la cantidad de bienes y servicios que pueden ser adquiridos con determinada suma de dinero, mayor será el poder adquisitivo de dicha moneda. Por ello, la medición del poder adquisitivo está directamente relacionado con el Índice de precios al Consumidor y puede ser usado para comparar la riqueza de un individuo promedio para un período anterior al presente o en diferentes países en una misma época.

Como notó Adam Smith, poseer dinero otorga la habilidad de «tener el mando» del trabajo de otros, por lo que el poder adquisitivo puede convertirse en poder sobre otras personas, en tanto estas estén dispuestas a negociar su trabajo o bienes por dinero.

2.- Capacidad de compra de bienes y servicios que tienen los individuos a través de los sueldos y salarios que perciben.

3.- Este concepto se usa en el contexto de la Economía y las finanzas públicas.

Capacidad de Compra de una cierta cantidad y calidad de Bienes y servicios que posee una Moneda, ya sea en el país o en el extranjero.

4.- El poder adquisitivo, a la disponibilidad económica para comprar bienes y contratar servicios de diversa índole.

HISTORIA DEL PODER ADQUISITIVO

La segunda guerra mundial dio un gran estímulo al crecimiento de la economía mexicana. De 1940 a 1956 se da en México un período de crecimiento hacia afuera basado en el dinamismo del sector primario. Esta política puede definirse como crecimiento sin desarrollo, ya que el número de industrias del país aumentó, pero sin la base sólida que es la libre competencia, que le permitiera desarrollarse económicamente. Durante el mandato de Ávila Camacho (1940-1946) se observó una notable estabilidad política y un crecimiento económico. Entre 1940 y 1945, el PIB creció a un ritmo de 7.3 por ciento, índice nunca antes alcanzado en la etapa postrevolucionaria.

Los regímenes presidenciales de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés proporcionaron los medios para alentar el crecimiento económico, la consolidación del mercado interno y la inserción de México en la economía mundial. La actividad industrial registró un vigoroso crecimiento. La tasa de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) alcanzó entre 1947 y 1952 un promedio anual del 5.7%, con un gran crecimiento en la producción de la energía eléctrica y el petróleo y también de la industria manufacturera y de construcción. El crecimiento industrial en el período 1940 -1970 mantuvo un ritmo de crecimiento sostenido, aunque basado en un mercado cautivo que le proporcionaba la política proteccionista diseñada por el Estado, situación que trajo como consecuencia el desarrollo de empresas sin competitividad con el exterior, que les impidió consolidarse a través de la exportación hacia mercados extranjeros; condición que impediría la creación de una verdadera industrialización moderna e independiente que contribuyera el desarrollo social del México posrevolucionario.

PODER ADQUISITIVO EN MEXICO

De las 47 millones de personas que pertenecen a la población activa mexicana, 44 millones se encuentra ocupada y, de estos últimos, el 56 por ciento percibe un sueldo por debajo de tres salarios mínimos mensuales. Según los estudios realizados por la UNAM, solamente 7 millones de personas llegan a cubrir la canasta básica.

El poder adquisitivo del mexicano promedio ha disminuido gradualmente.

El bajo poder adquisitivo del mexicano es complicado, en un país donde el promedio de habitantes fluctúa en clase media, media baja y pobre en sus distintos grados hasta llegar a la miseria extrema, no nos preocuparíamos por las vacaciones o el vehículo datos banales cuando la realidad supera a la ficción al encontrar inmersos en las grandes urbes o integrados al municipio grupos que no poseen el ingreso para comer, ya no se diga para vivienda, vestido, servicios de salud, educación por mencionar los más importantes. Existen alrededor de 25 millones de mexicanos que no pueden satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural como lo establece el Artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo, ya que se necesitarían por lo menos percibir tres salarios mínimos para tener acceso a la canasta básica mensual. Las consecuencias son nefastas, el índice de delincuencia aumenta de manera alarmante, debido a que las familias siguen creciendo, y la falta de empleos así como los bajos pagos por los mismos no cubren los gastos familiares, cada vez más vemos a los niños en un proceso de denigración de su dignidad y/o derechos en labores no aptas que van desde limpiar vidrios y pedir monedas en los cruces de las avenidas principales, hasta pedir monedas en los cruces de las avenidas principales, hasta su incursión forzada en el mundo de la prostitución y las drogas; en los trabajos cada día percibimos una decadencia en los valores al estar acechando una mejor oportunidad a costa de lo que sea.

En México más de un tercio de los estados han desarrollado un retroceso en el índice este último año. La causa directa a la que se atribuye este descenso es la baja de los salarios reales.

En 2006 un mexicano ganaba en promedio $206.46 por jornal, a fines de 2011 el mismo trabajador registraba un ingreso medio de $199.10. Es decir, que si a este baja en la percepción le sumamos el aumento de precios, el poder de compra ineludiblemente será el mayor afectado.

El poder de compra no se basa exclusivamente en los ingresos profesionales del individuo. Las prestaciones familiares y de la Seguridad Social debieran estar integradas en los ingresos globales y, del mismo modo, las reivindicaciones de carácter sindical podrían contribuir a su incremento. Por otra parte, el desarrollo de las “ventas a plazos” ha modificado el modo en que los hogares utilizan su poder adquisitivo.

DESPLOME DEL PODER ADQUISITIVO EN MEXICO

En los últimos seis años, la pérdida en el poder adquisitivo de los salarios rebasa el 25 por ciento en México, lo que contrasta con el nivel de la inflación anual registrado en el mismo periodo, de 4.4 por ciento promediamente.

Los niveles del indicador "relativamente bajo control" no reflejan el efecto que, en la mayoría de los hogares mexicanos, tiene el incremento de un conjunto de bienes de la canasta básica.

La comparación entre el crecimiento real de los precios de la canasta básica y el de los salarios mínimos reales,

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