El Rol De Los Estudiantes En Los Procesos De Acreditación Universitaria En La Región MERCOSUR
Enviado por Andres_Vazquez • 8 de Enero de 2013 • 2.155 Palabras (9 Páginas) • 1.574 Visitas
UNIVERSIDAD CATÓLICA NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
El rol de los estudiantes en los procesos de acreditación universitaria en la Región MERCOSUR
Ensayo para la Especialización en Docencia en Educación Superior – Curso de Postgrado, Facultad de Filosofía
Andrés Vázquez
5 de noviembre de 2012
Sumario: Aunque los estudiantes son considerados como la espina dorsal y sujeto obligado en la relación Enseñanza-Aprendizaje y varios son los procesos de acreditación universitaria que incluyen alguna forma de participación de los mismos, esta participación dista aun de tomar parte en las decisiones y la participación activa como parte de los procesos de acreditación universitaria en todo el mundo. Este documento propone un análisis de contexto y recomendaciones de lo que podría ser el rol de los estudiantes de grado en el proceso de acreditación universitaria en la región.
Que los estudiantes son uno de los grupos beneficiarios principales de los procesos de acreditación, no cabe ninguna duda. De hecho, el Modelo Nacional de Acreditación para la Educación Superior señala al respecto de la vinculación con los mismos definiéndolos como sujetos en las dimensiones necesarias del proceso de acreditación, y los define como “población estudiantil y su participación en el propio proceso formativo”.
Sin duda, los efectos de la buena o mala calidad de la educación son trascendentes en quienes son personas universitarias. Martín Hopenhayn (2012) hace referencia al impacto de la calidad de la educación en la juventud latinoamericana definiéndola como un cúmulo de “dificultades para transitar desde la educación al empleo (y desde la dependencia hacia la autonomía económica) son conocidas”. Más allá de los criterios que puedan ser considerados para definir tipos poblacionales, sociales o etarios, lo cierto es que está claramente marcada una responsabilidad de en la educación superior en los estamentos regulatorios, las universidades y los mismos ministerios.
El tipo de educación que reciba una persona, definirá el grado y tipo de trayectoria ocupacional de una persona. Es más, sabemos también de la influencia que tiene la educación en sus trayectorias: una mala educación “estructura o reproduce fuertes desigualdades a lo largo del ciclo de vida y de una generación a la siguiente”.
Todas las teorías pedagógicas nos señalan la importancia del rol del estudiante en el proceso Enseñanza-Aprendizaje. Pero, ¿Hasta qué punto es posible determinar responsabilidades y criterios de participación de los mismos jóvenes en los procesos de acreditación?
Hacia fines de la década del 80 y principios de la del 90, el tema de la calidad de la educación comienza a afirmarse en el escenario y en la agenda de la educación en diversos países de América Latina. En décadas anteriores, los enfoques predominantes en materia de planeamiento y desarrollo de la educación pusieron énfasis en los aspectos cuantitativos y en la vinculación con lo económico y con lo social. El desafío mayor para los sistemas educativos lo constituía el crecimiento, la ampliación de su cobertura, la construcción de escuelas, la formación de docentes, con escasa atención a los aspectos de calidad. Las reformas educativas de los 70 en varios países latinoamericanos (Chile, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Perú, Panamá, etc.) incluyeron la temática de la calidad pero en el marco de transformaciones de los sistemas educativos que, en general, no tuvieron éxito y permanencia.
Entre septiembre y noviembre de 1997, el Grupo de Trabajo llevó a cabo dos reuniones, en las que se avanzó sobre la elaboración de la propuesta, especialmente sobre criterios y metodologías para la evaluación y acreditación de carreras. Se acordó que cada país debía elaborar su propuesta al respecto, a partir de un cronograma establecido por la Comisión Técnica Regional de Educación Superior en abril de 1998.
A partir de estos trabajos, el 19 de junio de 1998 los Ministros de Educación de los países del MERCOSUR y los de Chile y Bolivia, aprobaron un Memorando de Entendimiento para la Implementación de un Mecanismo Experimental para la Acreditación de Carreras de Grado. Este Memorando plantea los principios generales, los criterios para la determinación experimental de las carreras, los procedimientos para la acreditación y sus alcances e implicaciones.
En noviembre de 1998, la RME dispuso que el Mecanismo Experimental de Acreditación se inicie por las carreras de Medicina, Ingeniería y Agronomía. Para ello se constituyeron las respectivas comisiones consultivas de expertos con representantes de las universidades y asociaciones profesionales de cada uno de los países. La elaboración de los criterios generales y la coordinación técnica fueron asumidas por el GTEEA y por la CTR-ES. Se adoptó, como criterio general, establecer dimensiones divididas en componentes y para cada componente establecer los criterios, los indicadores y las respectivas fuentes de información. Con componentes, dimensiones y criterios específicos, y que incluye a estudiantes y graduados:
• Estudiantes
- Políticas de admisión
- Políticas de apoyo
- Espacios curriculares de desarrollo personal
- Actividades deportivas y culturales
- Número de estudiantes por año
- Políticas de movilidad e intercambio
• Graduados
- Estudios de los egresados para verificar el cumplimiento de los objetivos de formación
Como vemos, aunque en algunos procesos de acreditación los alumnos participan de algunos procesos de evaluación posteriores a su egreso, sin embargo, por lo general son entrevistados durante la misma acreditación en procesos de consultas que pueden ser determinantes en la calificación de la instancia educativa evaluada, estos no se pueden señalar como puramente participativos al restringirse generalmente en entrevistas y procesos de características unidireccionales.
Los requisitos que se controlaron por medio de una evaluación externa se refieren generalmente al entorno institucional de la carrera, sus características académicas, los recursos humanos que la integran (docentes, estudiantes y personal de apoyo), y la infraestructura con que opera (condiciones del edificio, salones, laboratorios, bibliotecas), y tenían muchos puntos de contacto con los de otros sistemas internacionales de acreditación. También, el proceso considera si la carrera es capaz de autoevaluarse, de llevar a cabo una evaluación interna, de detectar sus propias debilidades y de plantear acciones viables de mejoramiento. En la evaluación realizada en el año 2011 sobre los
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