El SNTE en la realidad educativa
Enviado por carloscano14 • 20 de Agosto de 2018 • Ensayo • 1.522 Palabras (7 Páginas) • 276 Visitas
EL SNTE EN LA REALIDAD EDUCATIVA
Hoy en día, el SNTE se enfrenta a varios retos y dificultades. Sufre de un ataque sistemático de los medios de comunicación. La globalización poco a poco provoca que sus agremiados olviden la importancia de la unidad sindical. Estos retos son sólo dos pobres ejemplos de la compleja situación que se enfrenta en nuestra época.
Pero debemos analizar que el SNTE en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Esto quiere decir, de una manera simple y llana, que nuestro campo laboral es nada más y nada menos que el educativo.
Nuestra organización sindical basa su existencia en la defensa de los derechos laborales de sus agremiados, los cuáles se dedican a la educación pública de nuestra nación. Por lo cual, es obligatorio que conozcamos como sindicato la realidad educativa que nuestro país enfrenta en este momento histórico.
Según los resultados de los análisis educativos actuales, México tiene una deficiencia grave en los resultados esperados para la educación básica obligatoria. Esta contempla los niveles de preescolar, primaria, secundaria y medio superior. Los organismos internacionales han mencionado por muchos años, que tenemos un estancamiento educativo. Que nuestros resultados no son los esperados.
Pero, ¿cómo puede nuestro sindicato conocer la realidad en la que viven sus agremiados? El SNTE tiene la obligación de conocer la realidad educativa conforme a los resultados estadísticos que proporcionan los distintos organismos internacionales que evalúan el desempeño académico de nuestros alumnos, pero de igual manera, también debe estar consciente de la otra cara de la moneda.
Es muy sencillo recoger datos estadísticos, proponer planes de estudio desde los escritorios, lejos del aula, es más, sin ni siquiera tener experiencia frente a grupo. Es muy sencillo contar con un micrófono y un tiempo en televisión o radio para menospreciar el trabajo y esfuerzo que día con día realizan los trabajadores de la educación. Claro, es más sencillo analizar números que son fríos a realizar una verdadera investigación sobre las circunstancias y dificultades reales que enfrenta hoy en día el docente para realizar su trabajo.
Los medios se encargan de mencionar frecuentemente que el alumno con el sólo hecho de presentarse a clases, merece una calificación mínima aprobatoria, ya que en teoría, no llega a la escuela sin conocimientos previos, sino que cuenta con saberes aprendidos en casa. Nosotros que estamos frente a grupo sabemos perfectamente que esto no es cierto. Ni es obligatorio el darles una calificación aprobatoria cuando no la merecen y en muchos casos no cuentan con saberes ni habilidades de ningún tipo.
De igual manera, acuerdos educativos como el 696 para la evaluación educativa, se diseñan desde un escritorio por personas que en realidad no están del todo interesadas en fomentar el esfuerzo hacia el aprendizaje. Este tipo de acuerdos fomentan la mediocridad en el educando. Tan sencillo como no aprobar una materia sabiendo de antemano que tarde o temprano el docente estará obligado a preparar actividades y exámenes de recuperación. Situación que además provoca el desgano de aquellos alumnos que en verdad se esfuerzan y buscan ser mejores cada día, ya que el mensaje es claro, no te esfuerces, después de pones al corriente.
Estas quejas no llegan por si solas a las autoridades educativas. Requieren seguir un camino, necesitan de una voz que los lleve a las altas esferas del poder. Y esta voz no puede ser otra que la del SNTE.
Para ello, el SNTE requiere contar con una infraestructura que posibilite el fomentar mesas de trabajo, grupos de opinión. Debe buscar las maneras óptimas para estar siempre en contacto con sus agremiados. Escuchando sus necesidades, tomando en cuenta sus opiniones. Protegiendo en cada momento y de manera oportuna sus derechos laborales.
Para este propósito de cercanía hacia sus agremiados, el SNTE cuenta con 61 secciones sindicales, distribuidas a lo largo del país dentro de los 32 estados federativos. Su estructura es sencilla. A grandes rasgos podemos identificar que cada centro escolar cuenta con un representante ante la sección que le corresponda. La función de este es la de ser el enlace entre agremiado y sindicato.
En mi opinión, esta estructura es más que suficiente para lograr tener un acercamiento directo con los trabajadores. Desgraciadamente, en algunos casos, los problemas de comunicación y acercamiento se originan en los propios delegados sindicales de cada sección, ya que muchos de ellos, no conocen en realidad ni sus funciones, ni sus obligaciones. Su trabajo de representación deja mucho que desear y lo que peor, su capacidad de negociación hacia las autoridades escolares es casi nula.
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