El Sapito

En la espesura de un juncal había nacido un hermoso sapo verde que vivía en un gran y lejano estanque, el sapo jamás había visto a ningún animal; porque nunca había salido de juncal; y por eso había llegado a pensar que él era el único ser vivo que existía en el mundo. De vez en cuando el sapo sentía un misterioso y fuerte impulso de hablar con alguien, por eso sentía una fuerte tristeza y melancolía. Durante esos días el sapito cantaba con voz ronca y triste, lo cual le ayudaba.

Un día se levanto una tormenta sobre el estanque, el sapito solitario oye un trueno y pensó que era la voz de algún otro ser. El sapito no sabía qué hacer de tanta felicidad. Y también se preguntaba: ¿Qué pasara si no me encuentra?¿cómo podrá verme? La tormenta cada vez se encontraba más cerca y el sapito gritaba que estaba aquí abajo, salto sobre los delgados juncos y cuanto más subía mas delgado se ponía el tallo de los juncos, el animalito logro treparse hasta el extremo más alto.

De repente se desato un trueno, el sapito gritaba al cielo que ya lo había visto, que era muy hermoso y que el quería ser su amigo. De repente la tormenta se desato con gran fuerza y violencia y arrastro al sapo a varios metros, el sapito cayó al agua inconsciente y se hundió hasta el fondo del agua.

Cuando la tormenta se acabo los peses salieron de sus ascendientes, también salieron los sapos grandes y las ranitas. Tres sapos grandes encontraron al sapito. Uno de los sapos lo miro para saber si estaba vivo y otro dijo que lo levantaran pronto y lo llevaran a los nidos de algas curativas. Al llegar lo colocaron en la cama de las algas, cuando el sapito volvió en si después de algún tiempo vio a las ranas y a los sapos y quedo sorprendido al ver que eran iguales a él, y luego el sapito le conto toda su historia.

Después de aquel día el sapito del juncal nunca más estuvo solo y vivió en el estanque hasta que llego a viejito.

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