El Zorro negro de Curibaya (Leyenda inventada).

El zorro negro de Curibaya

En Curibaya existe una leyenda perdida que cuenta que cada cierto mes de Junio a Agosto por altas horas de la noche aparecía como perdido un zorro cuya apariencia nunca se notaba muy bien por la oscuridad de la noche. Al zorro solo se le divisaba la silueta más no su pelaje u ojos, por lo que daba un aspecto espeluznante en dicho valle.

Un poblador cuenta que cuando el zorro aparecía por el valle, lanzaba aullidos que se asemejaban a los de un perro y al maullido de un gato, pero lo que generaba un respeto por el zorro era que cuando pasaba y se le oía caminar se originaba una especie de manto de neblina que muchas veces se amontonaba e impedía ver con claridad donde se había dirigido el zorro.

Una vez que el poblador lo halló, pudo observar a cierta distancia y escondido que el zorro se había puesto a descansar cerca de la casa de una anciana cuya edad ya pasaba los 80 años. El poblador quiso correr a tocar la campana, pero de repente vio que alrededor suyo se amontonaba una neblina, entre media gris y medio negra. El poblador agitado seguía corriendo tratando de gritar, pero de pronto notó que se cansaba y sus ojos se iban cerrando hasta que perdió la noción del conocimiento y cerró sus ojos apartado de sus sentidos.

Al día siguiente, cuenta el poblador, que despertó en su cama y el pueblo amaneció sin ningún cambio superficial. El poblador corrió hacia la casa de la anciana para comprobar si esta notó algún ruido en la noche o vio algo cerca de su casa, pero esta le negó todas sus afirmaciones. Unos cuatro o cinco días después, el poblador se enteró de la noticia de que aquella anciana había fallecido. El poblador con miedo esparció su experiencia por el pueblo y aunque no le creyeron de primera mano, poco a poco los años que se experimentaba la presencia del zorro fueron dándole credibilidad al relato del poblador, que ahora cada vez que se aproximaba los meses de junio a agosto se realizaba un festín de carnes el cual dejaban en las noches que aparecía el zorro, todo con una actitud de respeto y temor.

...