El buen fin.

EL BUEN FIN

El buen fin una oportunidad en la rebaja de los precios en la que aproximadamente participan 6,000 y/o 7,000 empresas, las cuales están distribuidas en un aproximado de 566000 puntos de venta con rebajas.

Las rebajas en porcentajes pueden variar de entre el 15 al 50%. No es nada comparado con el Black Friday de Estados Unidos y el Buen Fin en México, el cual tuvo su inicio en el 2011. La cual fue iniciativa del gobierno federal y organizaciones privadas. Según datos del gobierno federal conforme a los años ha incrementado los ingresos generados que van en un aproximado de 150,000 millones de pesos en conjunto cada año.

5 años han pasado para que entre el 18 y 21 de noviembre se acuda a las tiendas participantes para adquirir productos que bien se tenían planeados comprar antes pero que lo harán ahora con las rebajas.

Según experiencias comentadas en entrevistas manifestadas en periódicos del país, en algunas ocasiones los precios no corresponden al precio en el que se estuvo vendiendo en semanas o meses anteriores al Buen Fin. Pues según testimonios hay quienes compran sus productos semanas antes, y el buen fin están en un precio elevado y con el descuento que se le proporciona se adquiere con el mismo precio con el que estaba anteriormente. Todo este tipo de incongruencias en los precios que se ofertan en el buen fin no son considerados como un beneficio para el consumidor, si no como un engaño.

En este año 2016, aunque desde la iniciativa presentada por el Gobierno Federa, conocida como el Buen Fin. Se ha hecho  acompañada de estrategias en las cuales se pueda crear un ambiente de confianza y oportunidad económica para que el consumidor crea que puede y debe adquirir productos en rebaja. Pero en sí no es más que una oportunidad más para la práctica del consumismo.

Pues en ocasiones no se necesita el producto en el momento, pero quizá en un después no lo puedas adquirir con la rebaja que está ahora. Por lo tanto incita a comprarlo en el momento de rebaja que se crea el Buen Fin.

Como mencionaba, en este año. Un claro ejemplo de que es una práctica para el consumismo, es que, a los burócratas adelantaran el aguinaldo para que pueda ser gastando en estas fechas del Buen Fin.

Actualmente, como en otros años, la economía del país no da para gastos y tentaciones económicas mostradas en rebajas, y precios engañosos que confundan al consumidor.  Que lo lleven a gastar lo que tiene en algo que quizá no necesite, pero la rebaja es la tentación de no poder encontrarla después a ese precio.

El apoyo en este caso no seguirá siendo a los productos mexicanos, si no a las tiendas que en su mayoría no son del país.

Esto más que un apoyo a las pérdidas de empleo por fin de año, y al beneficio del consumidor, como en todas las prácticas económicas, no beneficia a ellos, si no a los sectores políticos y privados, las grandes cadenas comerciales y no a lo local. Con una publicidad engañosa que no se puede controlar mientras el objetivo sea el consumismo.

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