El carnaval de chimalhuacan.

Lo más relevante del carnaval es el  gran valor artesanal son los trajes que portan charros y charras en el Carnaval de Chimalhuacán, los cuales están bordados a mano con hilos de oro, plata o fantasía; su costo oscila entre los 50 a 60 mil pesos, dependiendo de lo vistosos y coloridos que lleguen a ser.

Nadie escapa a su fascinación, escuchar la música que acompaña a las comparsas que danzan por las calles, es deleite para los oídos, los pies se mueven involuntariamente y se exterioriza algo que se siente muy profundo, es la comunicación e identificación con las raíces.

Considero que la historia del Carnaval en Chimalhuacán, es una “construcción” que intenta representar en sí misma la identidad de la población nativa del municipio, y que se usa en circunstancias específicas. Siguiendo esta idea, la historia del Carnaval es “un ‘arreglo’ que de manera deliberada busca la continuidad con el pasado para responder a situaciones en el presente o para imaginar el futuro” (Safa, 1998: 59).

Con el paso del tiempo, la andancia transforma su esencia y hoy en día se ven desfilar personas disfrazadas de diferentes maneras: de personajes de terror, de la política nacional e internacional, de bebés y de mujeres (éste último es el más empleado). Las andancias bailan únicamente un día (que generalmente es un día antes de que el Carnaval finalice).

Al inicio de este trabajo se dijo que el ritual festivo (en este caso el Carnaval) sería visto como una práctica que incorpora las transformaciones simbólicas que se gestan en relación con las transformaciones sociales, políticas y económicas; en este sentido, el ritual siempre está en constante cambio.

CONCLUSION

Lo anterior me lleva a concluir que, la escenificación y la teatralización del Carnaval en el municipio de Chimalhuacán se han convertido en mecanismos legítimos para permitir la continuidad cultural que sustenta la identidad de los habitantes nativos.

De esta forma, el Carnaval no debe verse como una reminiscencia del pasado, sino como un mecanismo que busca simbolizar la cohesión social y la pertenencia a la comunidad. De tal manera que, aun cuando existan diferencias en la celebración del Carnaval, su permanencia nos expresa que su representación: “cada vez es más necesaria como el mecanismo para establecer la pertenencia a la comunidad...” (Nivón, 1998: 218). En este sentido, la fiesta de Carnaval es un ritual en donde la comunidad que se reconoce como nativa, renueva su pertenencia y confirma la auto identificación con el municipio y los criterios de diferenciación al exterior.

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