El dinero como reforzador

El dinero como reforzador:

Es un reforzador con carácter de universalidad, con él se adquieren diversos tipos de refuerzos, para prevenir necesidades futuras o simplemente para producir más dinero.

Aunque la gente no trabaja por el dinero en sí mismo, que es denominado  como un papel sin valor intrínseco, la gente trabaja porque el dinero es un medio para obtener cosas.

El dinero no es la única fuente de motivación en el trabajo, se ha comprobado mediante estudios de Morse y Weiss muestreos de escalas, donde se encontró que el 80% de los trabajadores laboraban a pesar de que sus necesidades económicas estuvieran completamente satisfechas, esto explica que se trabajaba más por experiencia o vocación en los Estados Unidos.

Tal vez para un obrero no calificado el dinero juega un papel más importante como factor motivacional que para un empleado con nivel profesional.

Consideraciones filosóficas del salario:

El hecho de usar nuestras habilidades para trabajar y cumplir necesidades determinadas y limitadas, no es lo suficiente para indagar en la búsqueda indefinida de nuevas técnicas y nuevos procedimientos que especifican que el trabajo multiplica nuestras necesidades.

Esta búsqueda incesante por la superación se convierte en permanente fracaso, pues el hombre nunca acaba de encontrar lo que persigue, busca cumplir una meta, para que de inmediato surja otra, ocasionando cansancio e inquietud.

La cultura es la que hace al hombre y que es mediante el trabajo que este inicia su superación, por lo que no hay trabajador que no sea formado y transformado por su propio trabajo.

Todos los aspectos técnicos y profesionales están en permanente concurso y reciben aportaciones continuas de otras disciplinas, por ejemplo: el agricultor no construyo su arado, el  herrero no produjo el hierro, entre otros. El trabajo sería imposible sin la aportación de los demás. Toda la humanidad trabaja para que uno trabaje y cada uno trabaja para la humanidad.

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