El ensayo “Interpretando el cuerpo delgado”
Enviado por wolf79ve • 1 de Marzo de 2016 • Ensayo • 1.293 Palabras (6 Páginas) • 277 Visitas
Daniel Alemán Ortega
SP 4345 F
Prof: E. Raventós-Pons
Análisis del artículo
El ensayo “Interpretando el cuerpo delgado” de Susan Bordo habla de cómo en la actualidad, las dietas y los ejercicios se han transformado en una fuerte estrategia disciplinaria de autocontrol extraordinariamente normalizada en la sociedad occidental y como este autocontrol se ha convertido en un trabajo que es constante y virtualmente imposible de alcanzar.
En el primer argumento la autora explica como la flacidez en el cuerpo se ha convertido en el enemigo número uno en la batalla por encontrar el cuerpo ideal y expone como esta pelea ha creado un tipo de ansiedad contemporánea en la sociedad. Hoy en día, el bajar de peso y verse delgado no es lo suficiente sino que además el cuerpo se tiene que ver firme y tonificado. Ella expone como estas “erupciones del cuerpo” son un símbolo, o mejor dicho una metáfora de la falta de control interno del individuo. En la actualidad este cuerpo tonificado es representativo de éxito, control y aceptación social y la autora habla de cómo los medios de comunicación y la publicidad han contribuido a construir esta nueva visión del “cuerpo perfecto”. Ella da ejemplos de anuncios publicitarios donde uno puede percatarse de ese enemigo construido por la sociedad y explica que hay mensajes subliminales que usan un lenguaje violento para lidiar con el problema o “el enemigo”: “ataca”, “destruye”, “quema”. Luego habla como métodos quirúrgicos como la liposucción, se han convertido primordialmente en una búsqueda por ese cuerpo firme y tonificado y que ya no tiene nada que ver con perder de peso.
Después el artículo discute como la delgadez es también sinónimo de movilidad en la escala social para alcanzar el éxito, la felicidad y la aceptación social. Ella usa como ejemplo una película de los ochenta que se llama “Flashdance” y como esta película representa a la mujer nueva que es poseedora de un cuerpo que ella misma controla. La protagonista que es de una clase obrera, llega a obtener un cuerpo sin un kilo de grasa. La noción del cuerpo de la protagonista es como una transformación de sí mismo convirtiéndose en uno de los objetivos propios del personaje para así obtener una disciplina corporal que la ayude a triunfar en el “baile” de la vida y lograr el éxito y la fama. Al final de esta parte la autora concluye que la meta de todo esto es sucumbirse a esa batalla interna donde en el fondo es una batalla contra uno mismo.
En el segundo argumento, la autora expone la relación entre la delgadez y el cuerpo social y como esta relación produce inestabilidades en la subjetividad interna del individuo. Ella explica como el capitalismo consumista avanzado construye una doble personalidad que es producida por la estructura contradictoria de la vida económica. Ella dice que nosotros como productores tenemos que ser capaces de sublimar y reprimir deseos de gratificaciones inmediatas y que tenemos que cultivar la ética del trabajo, mientras que nosotros como consumidores tenemos que servir al sistema a través de la capacidad ilimitada de entregarse al deseo y abandonarse al impulso. Por lo tanto, regular estos sentimientos de deseos se convierta en una especie de problema continuo donde el individuo está asediado constantemente por la tentación y que al mismo tiempo está condenado socialmente por la excesiva indulgencia. De aquí aparece la asociación normalizada de delgadez con autocontrol y como esta normalización afecta a las personas que les es extremadamente difícil de obtener de manera natural (bien sea por su genética, su metabolismo o su nivel de actividad física) un cuerpo que sea socialmente aceptado.
Esto puede crear sentimientos frustrados de derrota, inutilidad y falta de esperanza causando estrés y ansiedad en el individuo. La autora explica como esta arma de doble filo al dictar “las normas correctas” del manejo del cuerpo produce personalidades inestables de tipo bulímica y un contraste extremo entre la obesidad y la anorexia. La bulimia expresa y exhibe de manera explícita y extrema esta doble personalidad a través de atracones de comida y la necesidad de desintoxicar el cuerpo por medio del vomito forzado. Sin embargo, la autora expone que la obesidad y la anorexia representan un intento de resolver esta doble personalidad y la sociedad ve esta actitud como una rebelión ante las normas culturas. La autora dice que la actitud de la sociedad ante la bulimia, la anorexia y la obesidad es un poco ambivalente. La bulimia en cierta forma “trabaja” para llegar a tener ese cuerpo ideal que tantos glorifican y los anoréxicos al fin y al cabo rinde tributo a los valores de la cultura dominante. Pero la obesidad es percibida como una actitud de rebeldía total y la sociedad tiene problemas en aceptar aquellos que no quieren seguir las reglas del juego y por ende, hay que rechazarlos y humillarlos.
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