El espiritu en la sombra

El Espíritu en La Sombra

Cuanta la historia que en la ciudad de Santa Fe (Argentina) pasaban cosas muy raras. En la casa de los difuntos Simons en el Barrio 25 de Mayo, mi barrio, pasaron cosas muy extrañas, yo diría sobre naturales. Yo y mis vecinos veíamos  muy a menudo sombras que se encontraban en diferentes partes de la casa de los difuntos, principalmente en el altillo, de diferentes formas, que se movían hacia todas partes rápidamente lo que hacía que no pareciera nada natural. Al principio no le dimos mucha importancia y seguimos con nuestra vidas normales, pero fue un hecho que nos hiso preocuparnos aún más. Uno de nuestros vecinos, Emanuel Martinch, iba a hacer las comprar al supermercado de la esquina, yo justo lo vi porque me iba a comer a la casa de mi amiga; se detuvo en frente de la casa a atarse los cordones de sus zapatos y de la nada apareció una sombra rápidamente que se lo llevo como por arte de magia. Inmediatamente, muy asustado les avise a mis vecinos y llame a las autoridades, las cuales no creyéndome mucho, vinieron a ver qué era lo que pasaba y tras revisar la casa no encontraron nada, por eso se enojaron y se retiraron pensando que era una broma pesada pero yo sabía que era realidad lo había pasado. Tras esperar y esperar no aparecía nuestro vecino y cada vez más se seguían viendo esas terroríficas sombras . Al pasar tres días, estábamos yo y mis vecinos dialogando de lo que había pasado y fue un grupo de jóvenes el que cruzaba, al igual que nuestro vecino desaparecido en frente de la casa, yo y mis vecinos tratamos de advertirles, pero los vimos muy tarde y no pudimos hacer nada por cual una enorme y espantosa sombra se los llevo adentro de la casa. De nuevo, les avisamos a las autoridades, y esta de nuevo no creyéndonos ni siquiera vino, por eso decidimos tratar de salvar a los desaparecidos por mano propia. Y fui yo y mis compañeros: Juan Dosichovich, Fernando Estraend, Pedro Visofer y Agostina Funfrien quienes decidimos entrar en la casa para buscar a los desaparecidos. Fuimos caminando hasta la puerta trasera y por suerte nada malo nos pasó. Una vez que entramos  encendimos las luces y muy despacio sin hacer mucho rruido, buscamos primero en los baños en los cuales no encontramos nada, luego en la cocina  y en las habitaciones donde no encontramos nada más que telaraña y por último en el living donde después de buscar y buscar encontramos un pasadizo secreto, el cual nos llevó al sótano de la casa donde por fin encontramos a los desaparecidos: a nuestro vecino Emanuel Martinch y al grupo de jóvenes. Una vez que estamos todos intentamos salir pero el pasadizo que se cerró rápidamente y luego la luz se apagó, no escuchaba otra cosa mas critos por el miedo,  pero por suerte habíamos llevado linternas con las cuales alumbramos y con unos fierros y mucho esfuerzo pudimos abrir el pasadizo donde pasamos corriendo. Una vez que salimos muy desesperados intentamos salir por la puerta de en frente la cual estaba cerrada, intentamos muchas veces abrirla, pero era inútil, la puerta era muy resistente, por eso tuvimos que dar la vuelta y pasamos por la cocina en donde empezaron a volar las vajillas (ollas, platos, cubiertos, etc.) hacia todas partes , los aullidos eran muy fuertes y con nuestros brazos tratamos de cubrirnos todo lo que pudimos, luego llegamos a un pasillo en donde se empezó a escuchar un orrible ruido y entre todos rogábamos que no sea nada malo pero de pronto una fuerza invisible nos tumbó hacia el suelo del donde no nos podíamos levantar y tuvimos que seguir gateando con mucho esfuerzo. Una vez que llegamos hacia la puerta posterior, de pronto se nos cerró de nuevo la puerta y algo nos zamarreo por el aire, el dolor era muy fuerte y ya no quedaban lagrimas y suspiros para gritar y llorar, hasta que de pronto nos dejó, y muy lastimados tuvimos que romper las ventanas con un ladrillo donde fuimos pasando de uno a uno y por suerte, corriendo logramos salir con los desaparecidos, muy lastimados pero vivos. Luego de esto  hicimos saber a los medios que tras mucho hablar nos creyeron y por una orden judicial se ordenó demoler la casa. Después de tres meses todos nos recuperamos, algunos de una manera, otros de otra, y volvimos a nuestra vida normal con la casa ya demolida. Nunca supimos bien lo que era, lo único que sabíamos era que una sombra raptaba gente y luego nos lastimo tras intentar rescatar a los desaparecidos. Se cree que era el espíritu de la difunta y el difunto que tras ella morir por un disparo de un vecino con problemas psiquiátricos el, al no soportar estar solo,  se suicido; y querían cobrar venganza de sus vecinos por lo que había pasado.

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