El esplendor de la tragedia francesa
Enviado por kevindn • 7 de Julio de 2014 • Informe • 370 Palabras (2 Páginas) • 216 Visitas
EL TEATRO
El esplendor de la tragedia francesa
La tragedia neoclásica sigue los cánones y reglas de la tragedia grecolatina, inspirándose sobre todo en Euripides y Séneca. El sometimiento de los autores a las unidades de tiempo y lugar, fijadas por los preceptistas italianos del Renacimiento, da amplio margen al estudio psicológico de los personajes, que suelen ser de condición real o noble.
La necesidad de hacer transcurrir la acción en solo veinticuatro horas y un solo lugar obliga a los autores a condensar mucho la intriga. El desarrollo de la acción tiene que estar cuidadosamente encadenado, de FORMA que no atente contra las reglas establecidas. El rigor con que se aplicaban era total; a Comeille, un dramaturgo francés de la época, se le criticó duramente que en su tragedia "El Cid" -inspirada en una comedia española- la acción se trasladara de la calle al interior de la casa.
El teatro barroco español se había tomado muchas libertades, no sólo en lo que se refiere a las unidades de lugar y tiempo, sino también en el EMPLEO de diferentes versos y estrofas. En cambio, el teatro francés del Neoclasicismo empleará casi exclusivamente el verso alejandrino.
Otra condición más tienen que cumplir las tragedias: suprimir las escenas sangrientas, porque se consideraban de mal gusto y poco ejemplares.
¿ De dónde sacaban los autores los asuntos de las tragedias?
De muy diversas fuentes; lo más frecuente es que se inspiren en temas de la tragedia grecolatina, en la historia antigua y en la Biblia; pero a veces extraen también argumentos de la historia nacional o extranjera. La Edad Media, sin embargo, desaparece prácticamente por considerarse una época ruda y poco civilizada.
Los personajes se mueven con fuertes sentimientos: la piedad, la ambición, el odio, el orgullo. Pero, a diferencia de la tragedia grecolatina, el hombre no sucumbe a las fuerzas cie¬gas de la fatalidad o el destino, sino que se salva o se condena a consecuencia de su modo de actuar, que es producto de su voluntad, de su razón y libertad. De ahí el carácter moral de la tragedia, que hace de la razón la regla que debe presidir los actos de los hombres. El coro de la tragedia clásica TAMBIÉN desaparec
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