El jarrón azul
Enviado por Victor Quiceno • 9 de Agosto de 2015 • Ensayo • 792 Palabras (4 Páginas) • 222 Visitas
Reflexión el Jarron Azul
La lectura me pareció bastante interesante y motivadora. La mayoría de las personas estamos acostumbradas a colocarnos obstáculos mentales en el camino, así no hayan.
El ejemplo que se utilizó en la historia con una persona con dificultades físicas es un llamado a despertar y concientizarnos que cualquier cosa que nos propongamos lo podemos lograr, todo es cuestión de actitud.
Personalmente, como inmigrante, he vivido algunas situaciones difíciles (económicas, laborales, de convivencia, con documentos legales, etc.), sin embargo, he aprendido a que uno no se debe dar por vencido y sé que hay que encontrar la fuerza, la estabilidad mental y emocional para tomar provecho de todo lo que se nos pasa en la vida.
Es muy importante hacerlo todo con ética y honestidad, si bien el Sr. William Peck estuvo tentado a romper el vidrio con una piedra para obtener el jarrón, la historia señala que si lo hubiera hecho no hubiera cumplido a cabalidad con el reto que “El Capy” le había asignado.
También siento que los detalles tienen mucho valor, y entre más detallistas seamos con todo lo que hagamos pues estaremos más alertas de las cosas que queremos lograr. Las personas que tienen el interés de realizar algo y lo hacen con gusto y con pasión, sin embargo, lo que no nos gusta hacer lo descuidamos y no le prestamos interés o colocamos miles de obstáculos para no sentirnos culpables del por qué no se realizó bien o por qué nunca se realizó. Pienso que, en vez de seleccionar, debemos inyectarle pasión a todo lo que hagamos, sin clasificar.
Durante toda la carrera de Administración he trabajado los temas de la Visión, Misión y Objetivos pero nunca les había prestado la importancia que esto merece. Las personas que no saben lo que quieren y no saben cómo llegar a ello o no encuentran las estrategias para lograr sus objetivos, se quedan toda la vida divagando. He estado trabajando en estos puntos de la Administración y mi vida se ha organizado bastante y puedo notar la diferencia, sin embargo, hay que aplicarle actitud a todo esto, porque sin el “Yo puedo” nunca podría lograr los objetivos que tengo trazados y mi visión se opacará en algún momento.
Muchas personas también nos lamentamos que el tiempo no alcanza, situación que tuvo el Sr. Peck en la historia, sin embargo, el traspasó esa línea de tiempo que tenía para cumplir cómodamente y consiguió entregar el resultado así le tocara doblar esfuerzos y desplazarse hasta donde estuviera el tren. Sin saberlo, el Sr. Peck logró una posición de alto perfil codiciada por muchas personas, solamente con la mentalidad de “yo puedo hacer todo lo que me propongo”.
En la vida las cosas que valen la pena no son fáciles, en esta historia se ve cómo el Capy le hizo vender madera que nadie la había podido vender y el Sr. Peck le demostró que si se podía vender; le puso la prueba del jarrón azul con varios grados de dificultad y el Sr. Peck lo logró. De la misma forma pasa en la vida real, no siempre tan a propósito, pero sí muy similar. Muchas personas ven a un alto ejecutivo sentado en su escritorio con ropas de lujo y joyas de alto precio, con el carro del último año y piensan que todo se lo han regalado. En la experiencia que yo tengo en mi trabajo me he podido dar cuenta que todo es meritorio (por lo menos en la empresa para la que trabajo), cada éxito que he tenido ha sido difícil de lograr, sin embargo, al principio tenía el pensamiento de mis jefes: “este es el jefe y no hace nada”, pensamiento que otros tienen de mí en este momento, pero uno no se toma el momento de pensar de todos los obstáculos que se atraviesan para llegar hasta donde uno está y ahora que soy “el que yo decía que no hace nada” me doy cuenta que en realidad si se hace muchísimo y que la responsabilidad es gigante, a lo que quiero llegar es que los éxitos son meritorios y cada quien tiene lo que quiere.
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