El papel de la Universidades ante los retos del siglo XXI
Enviado por rodrigo67 • 3 de Noviembre de 2016 • Ensayo • 1.392 Palabras (6 Páginas) • 467 Visitas
Tema: Los escenarios de la Universidad del Siglo XXI
Ensayo:
EL PAPEL DE LA UNIVERSIDAD ANTE LOS RETOS DEL SIGLO XXI.
Las perspectivas educativas en el siglo XXI se ven determinadas por dos factores fundamentales, por un lado el factor socioeconómico, sobre el cual Tenti (2008) plantea que, las expectativas en cuanto el desarrollo en el ámbito de la educación se ven ensombrecidas por una profunda y vasta crisis caracterizada por la permanencia de condiciones sociales adversas: pobreza, inequidad y social, ruptura de lazos sociales, incertidumbre económica, la violencia y la desmoralización social; por otro lado, se debe tener en cuenta el impacto del gran avance en el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, que han propiciado la globalización de las relaciones sociales y han redimensionado el valor del conocimiento, lo cual se convertido en factor que necesariamente debe contemplarse según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2014).
Así en el contexto actual, de una crisis económica cada vez más acentuada, en la que hay múltiples manifestaciones, asociadas al incremento de la pobreza pero que, al mismo tiempo se han facilitado y multiplicado las posibilidades y oportunidades de acceder al conocimiento; aparece un ambiente crítico de confrontaciones conceptuales y perceptuales en el ámbito educativo en el que los retos más importantes consisten en tratar de resolver problemas respecto a, ¿cómo lograr un proyecto educativo capaz de propiciar condiciones de justicia, igualdad y equidad?, ¿cómo consolidar una propuesta capaz de formar individuos en un ambiente de democracia que puedan responder a las exigencias y necesidades de un aparato productivo cada vez mas determinado por las relaciones de competencia en un mundo de relaciones cada vez más globalizadas?. Todo sin olvidar la formación social que requiere el individuo para integrarse adecuadamente a las relaciones sociales de su entorno cotidiano.
En las últimas décadas la educación y el conocimiento han recuperado un lugar central en el debate de las estrategias, no sólo del desarrollo económico de los países, sino como un elemento fundamental para la transformación y el desarrollo social, frente a las exigencias y problemáticas de un mundo en constante cambio (Moreno y Arancibia, 2014). Esto, sin lugar a dudas, conlleva la revisión y análisis concienzudo, del papel que juegan las Universidades, como instituciones formadoras de profesionistas capaces y competentes para integrarse a la sociedad en sus distintos ámbitos: regional, nacional y mundial
En esta revisión, una cuestión central, según Emilio Tenti (2008), sería tratar de definir el tipo de institución y sus enfoques formativos, los cuales tienen la exigencia de resultar realmente útiles a la hora de definir la empleabilidad de las nuevas generaciones, es decir, de vincular adecuadamente a el sistema educativo con el aparato productivo.
En la actualidad, en el ámbito laboral, las tendencias llevan hacia: una escasez cada vez mayor de trabajo formal, de menores salarios y el crecimiento del empleo autónomo. Ante esta perspectiva la cuestión central consiste en tratar de definir ¿qué hacer?... cuando la exigencia es una educación que integre a los sujetos, a un sistema real de oportunidades en un contexto cada vez más globalizado. La respuesta tal vez pueda ser concebida bajo el análisis de los espacios universitarios desde una visión que atienda el enfoque de la complejidad, con el propósito de articular y contextualizar la función de las universidades a la extensa red de elementos y factores que constituyen la complejidad de la dinámica social (Morín, 2001)
Los esfuerzos de los últimos gobiernos en toda Latinoamérica; incluso la línea planteada en la actualidad bajo las premisas de la “modernización educativa” y “calidad de la educación” las cuales tienen como meta principal elevar la calidad de los procesos y por ende de los resultados en los aprendizajes deseados, tienen como característica principal inclusión de las tecnologías de la información y la comunicación. Los grandes esfuerzos realizados para la adecuación de los planes y programa se concentran en la revisión de los contenidos, la renovación de los métodos, la formación y capacitación de los catedráticos y la vinculación de los procesos pedagógicos con los avances de la ciencia y la tecnología. El papel que se le asigna a las universidades en los nuevos Programas para la Modernización de la Educación es el de contribuir a satisfacer las necesidades y exigencias del aparato productivo.
pero el reto principal de los espacios universitarios es la de transformar y adecuar sus propias estructura institucionales, para adaptarlas a las exigencias y necesidades de una sociedad, cuyo aparato productivo, más allá de la industrialización y tecnificación debe atender a un mundo dominado por las relaciones de mercado y de consumo cada vez más globalizados.
La reestructuración como proceso de cambio y transformación de las organizaciones, alude a las necesidades y opciones para crear o renovar espacios, relaciones, interacciones y decisiones con la finalidad de replantear estructuras, procesos y propósitos (Elmore, 1996). En las universidades este proceso debe atender a ideas nuevas que contribuyan a reorientar su papel, bajo un enfoque de contribución al desarrollo del mercado laboral y la reorganización de las estructuras de poder.
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