El perrito que ladra (Leyenda chiapaneca del siglo XIX)
Enviado por Araceli Ramirez Escobar • 13 de Febrero de 2016 • Documentos de Investigación • 421 Palabras (2 Páginas) • 256 Visitas
Entrevista de la leyenda
Nombre: Alfredo Marín Adriano.
Edad: 55 años.
Ocupación: Licenciado en economía.
Lugar: Tuxtla Gutiérrez.
El perrito que ladra
(Leyenda chiapaneca del siglo XIX)
Cuenta la leyenda que quien anda en el monte debe andar alerta, porque puede ser victima del perrito que ladra; como le paso y le ha pasado a muchas personas, como por ejemplo a Pedro; él era un joven campesino que en una ocasión de regreso a su casa, después de trabajar en la parcela, vio que unos animales suyos se metían adentro del potrero vecino y él fue a buscarlo, para regresarlo al corral, pero no los encontró. Y lo que si oyó fue un ladrido de un perro que se su ponía pequeño por el tono agudo del ladrido; y fue a dónde provenía el sonido que era en un árbol de mango, llego y nada del perro luego lo oyó por el rumbo de la poza del tamarindo fue hasta allá y nada otro vez del perro, ahora el ladrido se oía por el camino al cafetal fue y nada, se empezó a adentrándose a la montaña y así siguió al ladrido del perro que nunca veía, pero que siempre oía cerca y llego en un momento en que se dio cuenta que no sabía por dónde estaba y no sabía cómo regresar era tarde y se oscurecía pedro empezó a desesperarse como nunca antes le había sucedido; ahí recordó que ahí escuchado hablar precisamente del perro que ladra en el monte y empezó angustiarse por el miedo pero también recordó que le habían dicho también que para romper el encanto, había que sacarse las bolsas del pantalón, ponerse la camisa al revés y recoger piedras o palos que tendría que aventar por distintos rumbos, con la particularidad de debían ser mojado por su propio orine y decir algunas maldiciones en contra de los malos espíritus y encomendarse a dios.
Así lo hizo y después de cumplir con el “secreto”, pudo encontrar el camino de regreso a casa, aunque a lo lejos seguía escuchando el ladrido del perro.
Cuando llego a su hogar ya era de noche y la familia estaba preocupada que al verlo se alegraron; les platico lo acontecido y su mama le dijo – a voz te jugo el perrito que ladra, venid a tomarte tu café con pan y ahora antes de dormir le rezas a dios y le das gracias porque te salvo y ya sabes si vuelves a oír al perrito que ladra no lo siguas porque te va a jugar nuevamente.
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