El problema de los géneros discursivos

ISPI N° 4023 – PROFESORADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA

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INDICE

Introducción        2

Desarrollo        3

Conclusión        7

Referencias Bibliográficas.        8

INTRODUCCION

Durante el desarrollo del espacio curricular Comunicación y Expresión Oral y Escrita I, dictado por la docente Felippa Daiana, dentro del marco institucional del Instituto Superior Particular Incorporado N° 4023 “Los Colonizadores”, de la localidad de Santo Domingo, dispuesto en la provincia de Santa Fe, establecimos un primer contacto con los escritos considerados académicos. Los textos académicos son producciones que surgen en el ámbito de la educación superior, ya sea de nivel terciario, universitario de pregrado, grado o posgrado. Un texto académico se caracteriza por su claridad, precisión y objetividad.

Éstas elaboraciones constituyen un género en sí mismo; responden una misma situación comunicativa- transmitir conocimientos, cuestionarlos, analizarlos, refutarlos, describirlos, etc., es decir, su estilo como sus secuencias textuales son similares

Conocer estas características ayuda al lector a comprender mejor los contenidos ofrecidos por ellos. En este escrito, vamos a abordar cuál es la relación que poseen los textos académicos en su producción con las categorías expuestas por la docente.

DESARROLLO

La producción de un texto académico implica poseer conocimientos acerca del asunto o tema sobre el cual se va a escribir, los tipos de textos y su escritura, la audiencia y el ámbito de su reproducción y las características del texto discursivo.

Pero, ¿Cuál es la relación que establece la escritura de un texto académico, con la variedad de categorías expuestas por nuestra docente?

El texto académico, a diferencia de otros discursos, se encuentra ubicado en una esfera especifica del uso de la lengua^[1], la esfera científico – académica, lo que no responde a las pretensiones de la persona que lo escriben, sino que se enmarca en un campo que lo trasciende y le impone el manejo de un lenguaje accesible, común, lo que asegura su transmisión.

En el lenguaje académico se presentan los textos expositivos – argumentativos, estos cumplen la función de informar, convencer y/o persuadir.  Informar refiriendo a distintos aspectos del tema que se busca contextualizar, pero lo hace sin ser dogmático, por el contrario, permite nuevos aportes y desarrollos.

Como expone Noé Jitrik (2000), el comienzo de un texto es una aspiración de organizar un conjunto de informaciones desordenadas y heterogéneas. Esa heterogeneidad comienza a tomar sentido en lo que se puede llamar un intento o esfuerzo de contextualización.

 “La importancia de contextualizar radica en brindar mayor información respecto de un aspecto en particular para que la interpretación sea correcta y se efectúe con claridad; hace que aquello de lo que se habla tenga sentido” (Editorial Definición MX, 2014.)

Como menciona Adriana Falchini (2012) no hay texto sin un contexto de producción, y se presentan diversos factores que hacen a la organización del texto, donde toman mayor importancia aquellos que influyen primordialmente en el momento de tomar decisiones para escribir y planificar un texto. Estos factores son de carácter físico, social y subjetivo.

Refiriendo al contexto físico, se menciona al lugar donde se va a efectuar la publicación, dónde va a circular, cuál va a ser la época, quién es el autor que lo ejecuta y quién es el lector que lo percibe. Otro aspecto importante a tener en cuenta es el contexto sociosubjetivo, esto es, reflexionar en cómo transmitir, teniendo en cuenta el destinatario y la situación de comunicación. En síntesis, identifica cómo nace el texto, para qué público y con qué intención. 

Cada vez que producimos un texto o que leemos nos enfrentamos a un modo particular de leer y escribir, el cual se crea y al mismo tiempo necesita ser comprendido a la luz del contexto en el que ha sido desarrollado.

Haciendo mención a los géneros discursivos, y trabajando sobre la base de una clasificación que inicio Bajtín y reelaboró Adam (1997) podemos decir con total certeza que encontramos cinco géneros: narrativo, descriptivo, argumentativo, explicativo y dialogal, por lo que se pueden reconocer cinco secuencias textuales prototípicas: narrativa, descriptiva, argumentativa, explicativa y dialogal. En el presente trabajo, nos vamos a centrar en el análisis del uso de las secuencias descriptiva, argumentativa y explicativa.

La descripción, empleada para representar el mundo de un modo lingüístico, se utiliza a partir de una perspectiva en particular dentro de un continuum abarca desde lo más subjetivo a lo más objetivo (Calsamiglia Blancafort y Tusón Valls, 2008).  Esta secuencia se puede identificar por el uso de ciertos elementos lingüístico – discursivos, los cuales son: sustantivos (predominan), y adjetivos.

La argumentación, tiene la principal característica de apelar al receptor y manifestar una opinión, o punto de vista. Su presencia se hace frecuente en los textos académicos, donde busca convencer al lector de un aspecto puntual que se está desarrollando.

La secuencia explicativa, la utilizamos en los momentos que se quiera exponer “algo” de un modo objetivo, sin opiniones personales ni valoraciones. Únicamente, debe mostrar información o comunicar respecto de algún tema en particular.

Otra característica de los textos de suma importancia a tener en cuenta es el de las funciones del lenguaje. Román Jakobson (1896 – 1982) fue un lingüista ruso que identificó las funciones del lenguaje tal como las estudiamos en la actualidad. Plantea el modelo de la teoría de la comunicación. En base a este modelo, la comunicación lingüística implica seis factores constitutivos que lo configuran o estructuran como tal. Estas son: función expresiva, función apelativa, función poética, función fática, función metalingüística y función representativa.

En los textos académicos, predomina la función referencial o representativa, debido a que el interés se basa en el tema que se expone y no tanto el emisor o el autor, y paralelamente la explicación suele presentarse como objetiva. Esta objetividad es la principal característica de estas secuencias, que se manifiesta en la ausencia de referencias al emisor.

Ahora bien, una vez comprendido esto, y sabiendo cuáles son las características de un texto académico, vamos a describir cómo se lleva a cabo un escrito de esta categoría, cómo se relaciona con las secuencias expuestas, y cuáles son las pautas a tener en cuenta.

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