El rol de los educadores como modelos valóricos y promotores del bienestar integral de los estudiantes
Enviado por Ignacio Martinez • 9 de Diciembre de 2021 • Ensayo • 1.058 Palabras (5 Páginas) • 83 Visitas
Ensayo: Dilemas Morales y Filosóficos del siglo XXI
Profesor: Roberto Alejandro Marconi Juárez.
Estudiante y carrera: Ignacio Alexander Martínez Burgos, Pedagogía en inglés.
Tema: El rol de los educadores como modelos valóricos y promotores del bienestar integral de los estudiantes.
Introducción: Cada educador, desde el momento que pisa una sala de clases por primera vez, está a cargo del bien más valioso que cualquier persona o nación puede aspirar a poseer. Este bien no es algo tangible, ni tampoco puede ser usado para el beneficio propio, sino que actúa como un agente altruista en la sociedad, apuntando siempre al desarrollo y bienestar de la comunidad. El bien del que hablo es la educación, y se refiere tanto a la adquisición de conocimientos escolares, como al desarrollo de valores y actitudes positivas en los estudiantes.
En mi experiencia como alumno de establecimientos de educación pública, pude ser testigo del desempeño de mis educadores, dentro de los cuales puedo recordar algunos que me entregaron conocimientos tanto para la vida como para mi desarrollo intelectual, otros que se limitaron a entregarme conocimiento netamente intelectual, y otros que no se esforzaron por cumplir los mínimos estándares que le debe un profesor a su trabajo.
Cuando reflexiono sobre las diferencias entre lo que un educador debiese ser, comparado con el real actuar de muchos profesores, no puedo evitar preguntarme si realmente entienden y le dan la debida importancia a su profesión. Como estudiantes de pedagogía, estamos en el momento preciso para forjar nuestro estilo como educadores, tenemos las herramientas para aprender a enseñar y guiar la vida de nuestros futuros estudiantes, sin embargo ¿Estamos dispuestos a actuar por vocación, y usar nuestros conocimientos en beneficio de nuestros estudiantes? ¿Seremos merecedores de la confianza de alumnos y apoderados sobre nuestros hombros? Y por último ¿Trataremos de actuar siempre de buena forma, procurando ser un ejemplo de buenos valores para nuestro entorno profesional?
Desarrollo: Cuando estaba en la enseñanza media evaluaba constantemente el actuar de mis profesores, y llegaba a diversos pensamientos y conclusiones. Admiraba a algunos por su tan amable, comprometida y hasta entretenida forma de enseñarnos y ayudarnos. Sin embargo, a otros rechazaba rotundamente ya que su arrogancia y desmotivación hacían poco agradable estar presente en una de sus clases, las cuales parecían ser solo parte de una rutina que había que cumplir.
Cuando me matriculé para estudiar Pedagogía en inglés me prometí a mi mismo hacer todo lo posible para no seguir los pasos de tales profesores que tan mal ejemplo me dieron cuando yo era un estudiante. Pero, en el momento en que me propuse esto, otra pregunta se me vino a la mente: ¿Y si aquellos profesores no siempre tuvieron tal desesperanza para educar?
Al analizar esta interrogante se puede concluir que probablemente muchos de aquellos que ingresamos a carreras de pedagogía nos proponemos lo mismo: Ser un profesor digno de admirar, no caer en los mismos errores o vicios que otros, y tratar de ´´cambiar el sistema´´ educativo de nuestro país. Llegar a tal conclusión puede resultar un poco desalentador, e incluso nos puede hacer dudar a nosotros mismos si tendremos la convicción de ser un educador digno del respeto y admiración de los estudiantes.
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