El sistema educativo mexicano (2da parte)

ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

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FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

Catedrático: Maestro: Rafael Covarrubias Ortiz

Actividad 7

ENSAYO

El sistema educativo mexicano (Segunda parte)

Alumno: Roberto de Jesús Sánchez Camarillo

Monterrey, Nuevo León; 2015

Ensayo

Hablar sobre los discursos educativos y pedagógicos en los últimos años es una tarea algo difícil debido a que habría que auto reflexionar sobre si realmente existen discursos que aborden globalmente la necesidad y el panorama educativo que sufre actualmente la nación, así como posibles alternativas para solucionarlo. Más bien, me inclino a pensar que lo que más abunda son ideas dispersas entrelazadas con discursos inacabados y actuaciones recopiladas de referentes ideológicos, educativos y pedagógicos de cierta solidez.

Anteriormente, el pensar en “el discurso educativo” se consideraba como un conjunto de mensajes orales que permitiesen declarar ideas en relación a temas educativos y pedagógicos. Hoy en día, el docente hace uso de este medio de comunicación como herramienta primordial para promover el desarrollo intelectual, emocional, moral y social de los alumnos.

El discurso educativo tiene como base cinco dimensiones funcionales que, utilizadas y desarrolladas de manera conjunta, logran un discurso de calidad: instructiva, afectiva, motivacional, social y ética.

La dimensión instructiva se basa en el conocimiento que el docente domine sobre las ciencias que imparta (asignaturas), mismas que permitirán al alumno el desarrollo de su comprensión ante el nuevo conocimiento. El docente debe poseer dominio de terminología técnica y científica, lenguaje claro y concreto, abundancia de conceptos en relación a los contenidos y la riqueza argumentativa. La dimensión afectiva se relaciona principalmente con los primeros niveles de educación. En esta dimensión el dialogo con los alumnos debe ser eficaz y significativo. El discurso debe ser claro, sencillo y entendible para que los alumnos lo capten. Se caracteriza por su escasa formalidad, su irregularidad e imprevisibilidad, se expresan en el discurso estados de ánimo, motivaciones y afecto.

La dimensión motivacional se adquiere durante la relación de uno con el entorno teniendo como factor principal la respuesta a estímulos que llamen la atención del ente. Este diálogo se utiliza con fines reflexivos con la finalidad de influir un aprendizaje eficaz. La dimensión social favorece el desarrollo personal y la vida en comunidad. Sus principales características son la interacción de los alumnos entre sí y con sus docentes. Desde mi punto de vista, la dimensión social se caracteriza por tener ese tacto con otras personas teniendo como oportunidad el uso práctico de los conocimientos adquiridos en el aula.  

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